Autoridades de la ciudad estadounidense de Filadelfia, mayor urbe del estado de Pensilvania, decretaron este miércoles 28 de octubre un toque de queda en medio de las protestas ocurridas tras la muerte de un afroamericano el lunes pasado a manos de la policía.
El alcalde Jim Kenney dio a conocer que la medida estará vigente desde este miércoles a las 21.00 hasta el jueves a las 06.00 hora local, y durante ese lapso solo se podrá salir fuera de casa a trabajar, en busca de asistencia médica o ante otra emergencia, o a ejercer el voto por correo.
Miles de residentes en esa urbe del este de Estados Unidos protestaron en las calles durante las dos últimas noches por la muerte de Walter Wallace Jr., de 27 años, quien padecía problemas mentales y quien, según los agentes, blandía un cuchillo cuando agentes policiales le dispararon. El joven recibió al menos diez disparos, según su padre, Walter Wallace.
En una conferencia de prensa, la comisionada de Policía, Danielle Outlaw, declaró que en la noche del martes se notificaron casi 300 incidentes de saqueo y se realizaron 81 arrestos, la mayoría por robo.
Por su parte, el gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, anunció que cientos de soldados de la Guardia Nacional se desplegarán en la ciudad para «proteger el derecho a la reunión y la protesta pacífica mientras se mantiene a las personas a salvo», precisó.
De acuerdo con la abogada de la familia, Shaka Johnson, el hermano del joven asesinado había llamado al teléfono de emergencias 911 para solicitar ayuda médica y una ambulancia. Johnson aseveró que los agentes policiales no están capacitados para atender una emergencia de este tipo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien busca la reelección y ha reiterado en su gira electoral que personifica «la ley y el orden», culpó al alcalde Kenney, quien es demócrata, por la violencia en la ciudad, en tanto que su rival, Joe Biden, y su compañera de fórmul, Kamala Harris, llamaron a los manifestantes a protestar de manera pacífica.
Fuente: Telesur.