El Departamento de Justicia estadounidense anunció este jueves que Washington vendió más de un 1,1 millones de barriles de petróleo refinado, que fue despojado de cuatro busques en alta mar cuando se dirigían a Venezuela.
«El propietario del barco transfirió el petróleo al gobierno y ahora podemos anunciar que Estados Unidos ha vendido y entregado ese petróleo», dijo el subsecretario de Justicia, John Demers, según reza un comunicado de prensa.
Con el argumento de que el dinero obtenido por la venta de petróleo a Caracas supuestamente beneficiaba a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica —considerada una «organización terrorista» en EE.UU.—, la Administración de Donald Trump se congratuló de «tomar los fondos confiscados con éxito de las ventas de combustible«.
Venezuela ha enfrentado problemas de abastecimiento de gasolina debido a las medidas unilaterales coercitivas del Gobierno de EE.UU., que afectan a su principal industria petrolera, ya que Caracas dependía de productos estadounidenses para el refinamiento de su crudo.
Debido a estas medidas de Washington, el Gobierno de Nicolás Maduro acordó con la República Islámica de Irán el intercambio de combustible para abastecer al país suramericano. No obstante, EE.UU. amenazó con enviar tropas al Caribe para interrumpir el avance de los buques iraníes.
El pasado 23 de mayo, arribó a las aguas territoriales de Venezuela el primero de los buques cargados con combustible provenientes de Irán.
Casi tres meses más tarde, el Departamento de Justicia de EE.UU. informó que Washington había logrado «la mayor incautación de cargamentos de combustible de Irán«, por un monto total de 1.116 millones de barriles de petróleo, que Venezuela ya había pagado.
Gasolina en Venezuela
El pasado miércoles 28 de octubre, Maduro calificó la acción de Washington como un «golpe duro» para la nación suramericana. «EE.UU. se empeñó en perseguir la gasolina que estábamos importando. Inclusive nos robó tres millones de barriles [de petróleo] en agosto», dijo el mandatario.
Según las estimaciones del Gobierno de Maduro, el país tiene reservas de gasolina para 20 días, con la posibilidad de extenderse por 10 días más, ya que la nación está produciendo 30 % más de lo que consume y gracias a la importación de crudo de diversas regiones.
El pasado martes 27 de octubre, las instalaciones de la principal refinería del país, Amuay, aparentemente fueron atacadas por un misil a distancia. Esta planta se encontraba en fase de mantenimiento preventivo para iniciar su arranque en los próximos días, a fin de aumentar la producción de gasolina en Venezuela.
El ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami, calificó el incidente como «un acto terrorista deliberado, debidamente planificado«, que tuvo como objetivo «causar daños en objetivos estratégicos, como lo es esta planta».
Con información de RT
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