Hace sólo unos minutos -cerca de las 17:30 horas del viernes 22 de junio, hora de Chile-, el Senado del Paraguay votó la destitución del Presidente de la República de ese país, Fernando Armindo Lugo Méndez, por 39 votos a favor de la sanción, 4 en contra y 2 ausencias.
Desde el momento en que se votó en el Senado la destitución del Presidente de la República, que ayer fundamentaron los diputados de ese Congreso Óscar Tuma, César Ávalos, Carlos Liseras, José López Chávez y Clemente Barrios, el mandatario pidió un par de días para armar su defensa, cosa que no le fue concedida y, aunque se apega a la Constitución y las leyes de ese país, el proceso es de dudosa legitimidad, según argumentan los adherentes al ahora ex Presidente del Paraguay, que destituyeron en tiempo record.
El senador Juan Carlos de la Verna, pidió al Congreso que asuma inmediatamente el vicepresidente, Federico Franco, del Partido Liberal, colectividad que fue una de las que ha denunciado a Lugo desde hace un tiempo, de no respetar los acuerdos políticos que lo llevaron al poder.
El Partido Liberal y el Partido Colorado, que suman la gran mayoría del Congreso, eran los partidos oficialistas durante la dictadura de Alfredo Stroessner. En las elecciones pasadas, el Partido Liberal adhirió a la candidatura de Lugo, negociando la vicepresidencia, para derrotar al Partido Colorado. Las políticas del nuevo Presidente, cada vez se fueron separando de ellos y es la razón por la cual le quitan el piso político y lo condenan en este juicio que hicieron en su contra.
Franco asumirá la conducción del Ejecutivo hasta abril próximo, que se realizarán las próximas elecciones presidenciales en el Paraguay.
Un grupo de manifestantes trató de ingresar a la sede del Congreso, luego de que se dio la votación para destituir a Lugo, pero la policía no lo permitió.
Fernando Lugo, luego de conocida la noticia, dijo que no era el Presidente quien sufría el golpe, sino que «es la historia del Paraguay, su democracia, la que ha sido herida profundamente. Porque se han transgredido todos los principios de la defensa y espero que sus ejecutores tengan presente la gravedad de sus hechos».
Las razones que dieron los congresistas para destituirlo fueron cinco: Haber tenido responsabilidad, según los diputados, en los hechos que terminaron con 17 personas muertas en Curuguaty (seis policías entre ellos); Se le acusa de instigar las tomas ilegales de terrenos; de apoyar la declaración de Usuaya, del Mercosur, sin pedir la autorización del Congreso; se le responsabiliza por la ola de inseguridad que hay en el Paraguay, y de haber permitido que se desarrollara un acto político del Partido Socialista en una base militar.
Antes ya se había ralizado un intento de destitución con Raúl Cubas Grau, quien prefirió dimitir, en 1999, antes de ser destituido durante las protestas conocidas como el «marzo paraguayo».
CONSECUENCIAS
Entre ayer y hoy fueron varios los mandatarios de países miebros de Unasur anunciaron que no respetarían a un nuevo mandatario si no se garantizaba la legalidad en el proceso contra el ya ex presidente. Venezuela podría cortar el suministro de petróleo a la empresa estatal de combustibles de Paraguay y, en principio, ni Argentina ni Brasil, socios claves del país suramericano, reconocerían a Federico Franco como presidente de Paraguay.
Además, si todo se desarrolla como se había anunciado, Unasur podría aplicar la Cláusula Democrática de la organización, lo que supondría medidas como el cierre parcial o total de las fronteras, la suspensión o limitación del comercio, tráfico aéreo y marítimo y hasta la provisión de energía, servicios y suministros.
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Por César Baeza Hidalgo
Twitter: Cesar_inBH
El Ciudadano
Fuentes: Otramérica, Telesur, Agencia