A diferencia de otros conflictos en el mundo, Estados Unidos se inclinó por los acuerdos y el diálogo. Sin embargo, lo hizo poniendo paños fríos a un problema que ya alcanzó ribetes diplomáticos luego que México y Nicaragua cortaran relaciones con Ecuador.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, se refirió al quiebre diplomático entre México y Ecuador, luego que el gobierno de Daniel Noboa irrumpiera violentamente y contra toda norma establecida, la Embajada de México en Ecuador, donde se encontraba el exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, en calidad de refugiado político.
“México y Ecuador son socios cruciales de Estados Unidos y valoramos mucho nuestras relaciones con ambos países», señala un comunicado del Departamento, e insta «a los dos países a resolver sus diferencias de acuerdo con las normas internacionales«.
Estados Unidos se suma a la condena transversal que tuvo el inusitado acontecimiento perpretado por las fuerzas policiales del gobierno ecuatoriano liderado por Noboa. Ayer fue el turno de Nicaragua, quien tal como hizo México, decidió romper sus relaciones con Ecuador.
Mas temprano, también hizo noticia el Grupo de Puebla, quien a través de un comunicado expresaron su profundo rechazo a lo sucedido en Quito, asegurando sin dudas que «viola el derecho internacional»