Estados Unidos sobrepasó las 52.000 muertes a causa del nuevo coronavirus COVID-19, lo que indica que una cuarta parte de los 200.000 fallecidos en el mundo por la pandemia se encuentran en la nación norteamericana.
La cifra de muertos en EE.UU. también duplica el número de fallecidos de Italia (25.000), que es el segundo país con más decesos por COVID-19.
El recuento de la Universidad Johns Hopkins reveló además que Estados Unidos alcanzó los 880.112 contagios, lo que supone un 32 % de los casos en el mundo.
El epicentro de la pandemia continúa siendo el estado de Nueva York, con más de 272.000 casos de infectados y 16.000 muertos.
Por tal motivo, el gobernador de New York, Andrew Cuomo, manifestó que está en contra de la medida propuesta por el presidente Donald Trump, con respecto a terminar las medidas de confinamiento en ese estado, y consideró que reaperturar lugares públicos como escuelas y otros sería muy perjudicial para la salud no solo de la ciudad, sino también para el resto del país.
Sin embargo, no todos los gobernadores piensan como Cuomo, ya que las escalofriantes cifras de infectados y fallecidos salieron a la luz justo cuando los estados de Georgia, Oklahoma y Alaska empezaron a reactivar parcialmente su actividad económica después del confinamiento implementado para frenar la expansión del virus.
Pese a las advertencias de expertos de salud de que podría ser demasiado pronto para adoptar estas medidas, el viernes Georgia inició la reapertura de negocios no esenciales como salones de belleza, estudios de tatuajes y gimnasios, mientras que la próxima semana abrirán sus puertas los restaurantes o cines.
Lo cierto es que aunque el número de contagiados y muertos en Estados Unidos sigue en aumento, el presidente de ese país, Donald Trump no parece tomarse en serio la gravedad de la pandemia.
El jueves propuso que se investigara la posibilidad de tratar el coronavirus «inyectando desinfectante» en el cuerpo humano.
Frente el aluvión de críticas, en especial del sector salud, el inquilino de la Casa Blanca intentó defenderse este viernes al afirmar, que había hecho esos comentarios «sarcásticamente».
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