La próxima semana el Estado venderá a privados sus acciones en la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal). Esta medida se enmarca en el Programa de Gobierno del Presidente Sebastián Piñera y en su Plan de Financiamiento de la Reconstrucción, luego del terremoto del 27 de febrero de 2010.
Según los ministros de Hacienda y Economía, en el momento que se aprobó esta medida-diciembre de 2010-, Felipe Larraín y Juan Andrés Fontaine, aseguraron que los recursos obtenidos por las acciones serían destinados a capitalizar a empresas públicas para el desarrollo de sus proyectos de inversión. Liberando así recursos para la reconstrucción y para fortalecer los programas de fomento de Corfo a las Pymes.
A la fecha, la Corfo (Corporación de Fomento de la Producción) ya ha recaudado más de mil quinientos millones de dólares por la venta de sus porcentajes en Aguas Andinas (30%), Essbío (38,44%) y Esval (24,43%). Empresas de las que ahora el Estado sólo cuenta con un 5% de propiedad.
Para Hugo Maturana, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de Obras Públicas (Fenatraos) este 5% es simbólico porque al tener tan poco porcentaje el Estado no puede influir en la toma de decisiones dentro de la empresa. Decisiones como los son el plan de inversión y el costo de las tarifas. “No hay que dejar de lado experiencias como La Polar y la colusión de las farmacias”, señala el dirigente.
EXIJEN MANTENER EL 46% ESTATAL DE ESSAL
En estos momentos, la sanitaria es propiedad en un 53,51% del Grupo Controlador (Agbar-Suez, Aguas Andinas), en un 45,46% del Estado de Chile por medio de la Corfo, en un 1% de la propiedad a nombre del Fisco de Chile y en un 0,03% de accionistas minoritarios, ex trabajadores de Essal.
Dentro de las sanitarias que el Gobierno ha enajenado durante este año, Essal es la que contempla mayor porcentaje de acciones, abastece alrededor de 800 mil usuarios en 30 ciudades de las regiones de Los Ríos y Los Lagos, (desde Lanco a Corral por el norte y desde Futaleufú a Quellón por el sur). Tiene más de 800 trabajadores, de los cuales 300 son de la planta y 500 son externos. Y tiene una rentabilidad -durante 2010- de 6,7 millones de pesos.
El presidente del sindicato de trabajadores de Essal, José Pacheco Sánchez, piensa que hoy no hay “ninguna razón para pasar a manos de privados el bien social del agua. La Corfo lo hace sólo porque la ley se lo permite”. El dirigente cree que esta venta termina mercantilizando de la forma más “radical” un bien propio de la naturaleza.
En una entrevista a La Tercera, Hernán Cheyre, vicepresidente ejecutivo de la Corfo declaró que es un mito que se esté privatizando las sanitarias porque éstas ya se “privatizaron entre 1998 y 2000, durante el período de gobierno de Eduardo Frei”.
En esa oportunidad se dejó un mínimo de 35% de acciones del Estado en cada una de las empresas. Ese límite fue derogado en 2003, durante el gobierno del Presidente Ricardo Lagos. Por lo tanto, “no había ninguna razón que impidiera que esta transacción se llevara a cabo”, aseguró Cheyre.
Si bien es cierto que desde hace años las sanitarias son propiedad privada en su mayoría, en los directorios habían representantes del Estado. Maturana asegura que con la actual venta de acciones, el Estado pierde estos puestos directivos dejando en manos de las trasnacionales la fijación de subsidios y tarifas.
“Pensando en la escasez de agua que se avecina, esta medida es un negocio totalmente rentable para los empresarios votantes del actual Gobierno. La Concertación dejo las puertas y ventanas abiertas para ello”, opina el presidente de la Fenatraos, quien, al igual que José Pacheco asegura que no hay necesidad para vender estas acciones.
“El 80% del agua potable ya está en manos de transnacionales”, aseguró Maturana, refiriéndose al conglomerado español Aguas Barcelona, el consorcio franco-belga Suez y la canadiense Onatrio Teachers, quienes tienen más del 50% de las acciones en la mayoría de las sanitarias de Chile.
PRÓXIMA SEMANA SE REMATAN ACCIONES
El 26 de septiembre es una fecha clave para los usuarios de agua potable de la región de Los Ríos y Los Lagos. Ese día se realizará una junta extraordinaria de los accionistas de Essal, donde la Corfo entregará el mandato a terceros.
“El que compra lo hará con el fin de rentabilizar. Los costos de mano de obra terminaran precarizándose y externalizándose”, asegura Pacheco.
La Central Unitaria de Trabajadores de la Provincia de Osorno, junto a la CUT de Llanquihue, la Federación de Consumidores del Sur (Fencosur), los Sindicatos de Trabajadores de Essal y la Federación Nacional Fenatraos se reúnen para rechazar la venta del agua a privados y para informar a la ciudadanía al respecto.
Al poco tiempo que queda para el plazo final, dirigentes han comenzado una serie de manifestaciones y charlas informativas hacia la comunidad. Pacheco asegura que hoy se reunieron con juntas de vecinos y usuarios de su Osorno, de igual forma lo han hecho en Puerto Montt, Chiloé y Castro.
Maturana dice que han realizado actividades para sensibilizar e informar a los usuarios, también han llegado a instancias de consejos municipales, pero lo que falta para frenar esto es “voluntad política”.
HISTORIA DE LA PRIVATIZACIÓN
Hasta diciembre de 1998, las empresas que prestaban servicio de agua potable y alcantarillado en Chile eran fundamentalmente propiedad del Estado y prestaban servicio a más del 90% de la población mediante sociedades anónimas de propiedad pública. Adicionalmente, existían empresas menores, de capitales privados, que en su mayoría habían sido creadas a partir de desarrollos inmobiliarios.
Con el objeto de asegurar las inversiones necesarias en el sector, principalmente las destinadas al tratamiento de aguas servidas, en el año 1998 comenzó la incorporación de capitales privados, mediante la venta de un porcentaje de la propiedad de las empresas a consorcios internacionales con experiencia en el sector.
De esta forma, entre 1998 y 2000 se entregó a privados una participación mayoritaria de la propiedad de las empresas más grandes del país, Empresa de Servicios Sanitarios de Valparaíso, concesionaria en la región de Valparaíso; Emos S.A., concesionaria de la Región Metropolitana; y las compañías que operaban en las regiones de O´Higgins, Los Lagos y del Bío Bío, Essel, Essal y Essbío, respectivamente.
A comienzos del segundo trimestre de 2001, el Gobierno hizo oficial su decisión de no continuar con el modelo de venta de acciones, optando por sólo transferir al sector privado los derechos de explotación de las empresas sanitarias restantes por un tiempo determinado, sin transferir la propiedad de la concesión propiamente tal.
Este sistema contempló entregar la gestión de la sanitaria, a sociedades anónimas que deben tener como único objeto el establecimiento, construcción y explotación de la concesión sanitaria durante un plazo de 30 años y comprometerse a realizar las inversiones que éstas requieran. Bajo este modelo, entre 2001 y 2004, se licitaron los derechos de explotación de las restantes ocho empresas de propiedad del Estado.
A diciembre de 2008, el sector sanitario urbano está compuesto por 58 empresas, que atienden áreas de concesión exclusivas en las 15 regiones del país, abarcando un universo de más de 14 millones de habitantes.
En 2009 un 95,3% de las empresas operadoras de servicios sanitarios era de propiedad privada y un 4,7% es de propiedad de municipalidades y cooperativas.
Por Estefani Carrasco Rivera
Foto 1: Guadalupe Cervilla
Foto 2: El Ranco.cl
El Ciudadano