Por Hernando Kleimans – Telam
“Para nosotros, América Latina y el Caribe tienen su propio valor en el marco de nuestra política exterior. No queremos que la región se convierta en un campo de batalla entre las potencias”, afirmó el canciller ruso Serguéi Lavrov, al anunciar este jueves su inminente viaje a diversos países latinoamericanos.
Lavrov, quien en 2024 cumplirá 20 años al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, visitará en la segunda quincena de abril Cuba, Venezuela, Nicaragua y Brasil, en una clara definición de intereses y prioridades. El diplomático subrayó la consecuente política que despliega el MID, las siglas con las que se conoce su ministerio en Rusia, en el fortalecimiento de las relaciones de su país en América Latina.
“Con muchos países de la región -definió Lavrov- ellas se desarrollan en el espíritu de una asociación estratégica… sobre la base del respaldo mutuo, la solidaridad y la consideración de los intereses de uno y otro”.
Si las visitas a Cuba, Nicaragua y Venezuela son una demostración del respaldo de Moscú a los gobiernos de esos países, castigados con bloqueos y sanciones por parte de los Estados Unidos y la Unión Europea, con Brasil las negociaciones tendrán otro carácter, más estratégico y con mayores responsabilidades.
En primer lugar, Lavrov anticipó que Rusia está dispuesta a mantener un intenso diálogo con la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe). En referencia a esto, fuentes de la cancillería rusa adelantaron la posibilidad de una reunión entre representantes de la Celac y de la Unión Económica Euroasiática, integrada por Belarús, Kazajstán, Armenia, Kirguizia y Rusia, y donde participa como observador, además de Moldavia y Uzbekistán, la República de Cuba.
Durante su estadía en Brasil, Lavrov analizará con el presidente brasileño Lula da Silva, la ampliación del Grupo BRICS, cuya membresía, entre otros, ya solicitó la Argentina. La Organización considerará su ingreso en la cumbre que, en agosto, celebrará en Sudáfrica. Es posible que en ella, además, se inicie un proceso similar con otros países latinoamericanos como México o Colombia.
En la mesa de negociaciones estará también la posibilidad de establecer una moneda única BRICS, a partir de una canasta de divisas nacionales que permita eludir el dólar como moneda exclusiva de intercambio en el comercio internacional. Lula acaba de insistir en esta posibilidad en el acto de asunción de Dilma Rousseff como presidenta del Banco de Desarrollo BRICS, que se cumplió en China, coincidiendo con la visita oficial del presidente brasileño a ese país.
Además del tema económico, Lavrov y Lula considerarán la propuesta de paz que este último presentó para resolver el conflicto ucraniano. Moscú vería con buenos ojos la formación de un “comité de paz” integrado por países neutrales y encabezado por el Brasil. La complementación de esta propuesta con el plan chino de 12 puntos está también en la agenda de la reunión de Lula con su colega chino Xi Jinping, en el marco de su visita al país asiático.
Brasil, como la mayoría de los países latinoamericanos, incluida la Argentina, se ha negado terminantemente a la entrega de armamentos al régimen de Kíev, tal como lo solicitó el Departamento de Estado norteamericano. En general, ningún país de la región se ha plegado al paquete de sanciones (más de 10.000) impuesto por los EE.UU. y la Unión Europea a Rusia.
Por lo demás, entre Rusia y América Latina existen tradicionales lazos de amistad que facilitaron siempre la comunicación. Veintisiete países latinoamericanos mantienen la exención mutua de visados turísticos con Rusia.
En los últimos años, los tratados entre nuestros países se ampliaron y abarcaron temas económicos centrales, como la provisión rusa de hidrocarburos o fertilizantes o el suministro latinoamericano de alimentos y commodities agroindustriales. Brasil, en especial, concluyó recientemente un convenio de provisión de GNL, gasoil y fertilizantes con principales empresas rusas, en los que la moneda de cambio es el yuan chino. A pesar de las sanciones, las exportaciones totales rusas a América Latina crecieron en un 3,8% el año pasado.
En el artículo que Lavrov acaba de publicar en diversos medios latinoamericanos, el diplomático puntualiza que “tanto Rusia como América Latina tienen sus ventajas competitivas en el contexto de los procesos objetivos de formación de un orden mundial multipolar. Es importante aprovechar la complementariedad de nuestras economías para construir verdaderas alianzas de proyectos, productivas y tecnológicas, y acelerar la transición hacia liquidaciones en monedas nacionales y alternativas al dólar y al euro”.
En ese mismo escrito, el canciller ruso afirma: “Queda claro que los acontecimientos en Ucrania y alrededor de ella son parte de la lucha por el futuro orden mundial. Hoy se está definiendo si el mismo será verdaderamente justo, democrático y policéntrico, como lo exige la Carta de la ONU, que proclama la igualdad soberana de todos los Estados, o si EE.UU. y su coalición tendrán posibilidad de efectuar su agenda en detrimento de los demás, extrayendo sus recursos”.
Lavrov señala que, pese a las sanciones, “muchos países llevan a cabo una agenda independiente basada, en primer lugar, en sus intereses nacionales… No es casual el auge mundial de esfuerzos para desasirse del dólar en el comercio exterior y crear una infraestructura de lazos logísticos, interbancarios, financieros, económicos y de transporte no controlable por Occidente”.
En ese contexto, destaca que “es lógico que alrededor de tres cuartos de los Estados del planeta, entre ellos nuestros socios latinoamericanos, no se hayan sumado a las sanciones antirrusas. Les estamos muy agradecidos por esto.”
Por Hernando Kleimans
Columna publicada originalmente el 13 de abril de 2023 en Telam.