Un acuerdo histórico para proteger los océanos
El acuerdo llamado Tratado Global de los Océanos o “Tratado de alta mar”, representa un paso en firme para proteger los océanos tras más de diez años de negociaciones. Entre otras medidas, el texto sienta las bases para el establecimiento de zonas marinas protegidas, de modo que se facilite el cumplimiento de la promesa internacional de salvaguardar al menos el 30 % de los océanos de cara al año 2030.
Acuerdo histórico para proteger el 30% de los Océanos tras 15 años de discusiones | rtve
Según los expertos, las principales amenazas para las aguas de alta mar son la contaminación, el cambio climático y las nuevas tecnologías que abren la puerta a la minería marina y a una pesca más intensiva. A pesar de la enorme importancia de estas aguas, situadas a 200 millas marinas de la costa y compartidas por todos los países, hasta ahora han sido gestionadas bajo una serie de acuerdos y organismos internacionales, sin contar con una jurisdicción clara y con unas normas para su protección obsoletas.
El tratado cubrirá casi dos tercios del océano que se encuentra fuera de las fronteras nacionales y proporcionará un marco legal para establecer amplias áreas marinas protegidas y proteger la vida silvestre y compartir los recursos genéticos. La protección de áreas marinas supondrá un límite a la pesca, las rutas de navegación y las actividades de exploración, como la minería de aguas profundas, en la cual se extraen minerales del lecho marino a 200 metros o más de profundidad.
Reacciones desde Naciones Unidas
El Secretario General de la ONU, António Guterres, felicitó a los países miembros de las Naciones Unidas por haber terminado un texto que busca garantizar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de áreas fuera de la jurisdicción nacional. Se trata de un gran avance después de casi dos décadas de negociaciones, dijo.
“Es una victoria para el multilateralismo y para los esfuerzos globales por contrarrestar las tendencias destructivas que enfrentan la salud de los océanos, ahora y para las generaciones venideras”, apuntó Guterres la noche del sábado en un comunicado de su portavoz, apenas unas horas después de que se alcanzara el acuerdo en la sede de la ONU en Nueva York, donde tuvieron lugar las negociaciones finales sobre el borrador del tratado durante las últimas dos semanas.
El acuerdo conseguido por los delegados de la Conferencia Intergubernamental sobre Biodiversidad Marina de Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional es la culminación de una serie de conversaciones facilitadas por la ONU desde 2004.
Un tratado fundamental para enfrentar la triple crisis planetaria
El marco legal, conocido como “Tratado de alta mar”, colocaría el 30% de los océanos del mundo en áreas protegidas, destinaría más dinero a la conservación marina y cubriría el acceso y el uso de los recursos genéticos marinos.
Guterres sostuvo que el tratado es crucial para abordar la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
“También es vital para lograr los objetivos y metas relacionados con los océanos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal”, acotó, refiriéndose al llamado compromiso ’30×30′ para proteger un tercio de la biodiversidad del mundo, en tierra y mar para 2030, logrado en una conferencia de la ONU en Montreal en diciembre pasado.
“El barco llegó a la costa”
Tras señalar que la decisión de Conferencia sobre Biodiversidad Marina se basa en el legado de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, el Secretario General elogió a todas las partes por su ambición, flexibilidad y perseverancia, y aplaudió el liderazgo y dedicación de la embajadora Rena Lee, de Singapur.
“Damas y caballeros, el barco llegó a la costa”, declaró la embajadora Lee el sábado en la noche al anunciar el acuerdo con una prolongada ovación de pie en la sala de reuniones donde se cerró el acuerdo. Las delegaciones se volverán a reunir más adelante para adoptar formalmente el texto.
António Guterres reconoció el apoyo crítico en la consecución del Tratado de alta mar de las organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil, las instituciones académicas y la comunidad científica.
Guterres aseveró que seguirá trabajando “para asegurar un océano más saludable, resistente y productivo, que beneficie a las generaciones actuales y futuras”.