El paro de los taxistas se tomó la Alameda

Foto: movitaxis

A partir de las siete de la mañana comenzaron a llegar los techos amarillos a las afueras de Beauchef, en Santiago centro. Cuando la calle se veía como una línea amarilla larga, partieron su trayecto. Ahora están detenidos cerca de la Plaza Italia.

La Confederación Nacional de Taxis hizo esta nueva convocatoria para protestar nuevamente contra aplicaciones como Uber y Cabify, usadas a nivel transversal en la población y que no pasan por ninguna ley antes de salir a la calle. “Cuidar la fuente laboral”, era la premisa de la organización, y el petitorio consta de tres puntos.

Por primera parte, se solicita al gobierno sancionar o bloquear a las aplicaciones en el caso de que no cumplan la ley. Plantean además que cualquier herramienta debe funcionar con los servicios ya existentes dentro del marco legal, ya sea colectivos, taxis básicos, ejecutivos y de turismo. Por último, piden que se elimine el cupo de taxi para aquellos que adulteren el taxímetro o caigan en otro tipo de comportamientos.

Este último punto resulta importante de destacar, más con ese comentario generalizado que refiere a la diferencia entre los taxis y el servicio de aplicaciones como estas. Hay muchos usuarios que no confían en los taxistas, por lo que resulta importante auto regularse a través de esta forma.

Las bocinas se escuchan por todo el barrio. Algunos taxis pasan con pasajeros, y los que están adheridos a la movilización les gritan groserías y les lanzan ruidos guturales. «Estamos trabajando por ellos», dice uno dentro de su auto, estacionado al costado de la Alameda.

«Nos unimos ahora o desaparecemos», termina el comunicado. No es algo que se vea tan lejano, más si consideramos la información que salió en marzo de este año, en donde se supo que los conductores de Uber superaban en número a los taxistas disponibles. Este mes se informó que más 33 mil personas están suscritos como conductores en esta empresa.

La ley para regular este tipo de aplicaciones, más conocida como «ley Uber», ya está siendo tramitada en el congreso.