El racismo en la “elite” y las noticias falsas en redes sociales

La decadencia de la elite, como degeneración de su capacidad creativa en pingue oligarquía

El racismo en la “elite” y las noticias falsas en redes sociales

Autor: Seguel Alfredo

«La barbarie de cuicos atolondrados olvidados del pudor, va dando cuenta de la profunda irracionalidad en la cual ha estado fundado el Estado»,

Por Vicente Painel Seguel

Recientemente la convencional constitucional Natividad Llanquileo comentaba: “La derecha apuesta al desgaste. Estuvimos muchas horas votando sus indicaciones, sin que ninguna de ellas sobreviviera. Cada vez más desatados. Nos violentan a los pueblos indígenas cada vez que pueden…”

Efectivamente, cuando la lamgen Elisa Loncon fue presidente de la Convención Constitucional, una parte de la sociedad chilena mostro lo peor del racismo en las llamadas redes sociales, anticipando la característica principal de la contraofensiva derechista: La Noticia Falsa. Y es que parecía no importar los títulos de la lamgen y las evidentes competencias para desempeñar la etapa constructiva de la Convención, los ataques eran una sospechosa cascada. Con la campaña de Kast lo pudimos ver a flor de piel. Permanentemente, la derecha caía en la noticia falsa, esta, a través del “eco” generada por Haters “odiadores”, algunos profesionales rentados, otros gratuitos y torpes; iban construyendo una realidad que si bien artificial, permeaba cierto impacto en la realidad social, nutriendo además al periodismo chileno, que oscila entre efectistas que no verifican fuentes y otros más prudentes que comprenden que la falta de verificación tarde o temprano les traerá problemas.

Por supuesto que es importante la regulación jurídica de las llamadas redes sociales, es muy claro que los mecanismos de autorregulación de facebook y twitter tienden a ser insuficientes y con sesgo ideológico. Claro que es necesario la formación de un periodismo serio y decente que verifique fuentes y que la formación en las universidades incorpore la ética periodística, clave para la libertad de expresión… Es necesario que las organizaciones no se dejen manipular por las aparentes tendencias en las redes, si lo hacen no solo demuestran debilidad sino una habitación lejana a la realidad social. Es imprescindible el cultivo de una ciudadanía critica, propositiva y practica que filtre por si misma los contenidos, a decir de Bauman la tecnología debe estar al servicio de la humanidad y no la humanidad al servicio de la tecnología. Empero, no obstante, todo esto, es la organización popular, aquella que nos recobra como individuos al estar fragmentados por las cuentas y los estímulos, aquella que nos recupera a nuestra naturaleza social del ser-hacer, aquella que nos sugiere el comunitarismo para el alivio psicosomático, es aquella, la organización popular, la madre del cordero. Sin organización popular nada, con organización popular, con tejido social, con autovalencia, todo, todo es posible.

Es prioritario apoyar la Convención Constitucional, la Convención se ha ganado su rostro de agua, de semilla y mujer, de indígena; la sociedad requiere para que la esperanza devele porvenir, una gran victoria del plebiscito de salida; la victoria de los humildes solo puede comenzar con la unidad. La decadencia de la elite, aquel fenómeno que Mariategui observaba como degeneración de su capacidad creativa en pingue oligarquía, aquel fenómeno que Platón observó como el principio de decadencia de plutócratas, que Aristóteles denunció como putrefacción de la aristocracia, no da gritos de ahogado, sino que muestra su peor hedor al descalificar las nacionalidades indígenas. La barbarie de cuicos atolondrados olvidados del pudor, va dando cuenta de la profunda irracionalidad en la cual ha estado fundado el Estado, solo lo mantienen por la fuerza. Pero la fuerza, está del lado de los pueblos cuando están organizados, ganar conciencia uno a uno es el camino: La victoria será hija de la pedagogía de la liberación.


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