Los nombres tras el lucro en la educación superior

La Reforma Educacional del 1981 permitió que se crearan grandes fortunas con el negocio educativo

Los nombres tras el lucro en la educación superior

Autor: Mauricio Becerra

La Reforma Educacional del 1981 permitió que se crearan grandes fortunas con el negocio educativo. Las principales universidades privadas están ligadas a la UDI o son el negociado de ex ministros de Pinochet, según lo ha desnudado la periodista María Olivia Mönckeberg. La Universidad Andrés Bello lideró el 2011 el ranking de ingresos monetarios entre las universidades privadas, traspasando a los bolsillos de sus dueños 247 millones de dólares sólo por aranceles de pregrado. Un estudio del Centro de Estudios de la FECh (Cefech), concluye que ese año las familias en Chile se pusieron con 3.160 millones de dólares para financiar el sistema de universidades; cifra que es 1,68 veces más que lo que el Estado chileno invierte en Educación. Sepa acá los rostros tras el negocio educativo:

“Este foro no se hace en tiempos de paz”- fue la frase con que el presidente de la Fech, Gabriel Boric, abrió el foro ‘Quienes están detrás del lucro’, en el que la periodista María Olivia Mönckeberg daría cuenta de los nombres que están detrás del lucro en la educación superior chilena.

La presentación es luego del informe de la Cámara de Diputados que da cuenta de que varias universidades privadas lucran a través de sociedades espejos o inmobiliarias que arriendan las instalaciones que ocupan dichas universidades. Si el informe de la Cámara sacó ronchas, los datos de Mönckeberg provocan más de una hinchazón.

Para cualquiera que pase frente a las universidades privadas que han crecido como callampas en Santiago y regiones sería una insensatez que alguien le dijera que tras las portentosas fachadas y las agresivas campañas de publicidad sólo se esconde un interés educativo. Más aún para los estudiantes de esas casas de estudio, obligados a pagar aranceles anuales que en muchas carreras llegan a los 4 millones de pesos. Pero hasta ahora, no había informe oficial alguno que mostrara efectivamente que con los sueños de los jóvenes y los anhelos de sus familias, empresarios engordaban sus arcas, incluso a costa del Estado.

En Chile hay un millón de estudiantes cursando educación superior, concentrándose el 70 por ciento de ellos en instituciones privadas. Más de 500 mil de todos ellos estudian en universidades.

EL INFORME QUE MOLESTÓ A LA DERECHA

Más de 7 meses demoró el informe de la Cámara sobre el lucro en la educación privada. La presidenta de la comisión, la diputada Alejandra Sepúlveda confidenció que “trabajamos sigilosamente y muchas de las personas que convocamos jamás llegaron. No llegaron los dueños de muchas de las universidades privadas, pese a que los convocamos”.

Pese a ello, el texto de 400 páginas reúne a 50 entrevistados y decenas de documentos. Las conclusiones son lapidarias y acusan que las universidades que es necesario investigar porque estarían lucrando son la Universidad de las Américas, la Universidad Andrés Bello (Unab), la U. de Viña del Mar, la Universidad Santo Tomás, la Uniacc, la U. del Desarrollo y el AIEP, vinculado a la Unab.

Además son nombrados en el informe la Universidad San Sebastián, la U. Autónoma, la Universidad Tecnológica Inacap, la U. Pedro de Valdivia, la U. Central, la U. Gabriela Mistral y la Universidad Finis Terrae.

La diputada Sepúlveda, nos cuenta que “pese a la presión enorme que tuvimos, pudimos sacar el informe. Ahora hay que esperar la votación en sala durante las próximas semanas, aunque ya enviamos los antecedentes a la Fiscalía”.

Al momento de presentarse en informe, el senador de RN, Alberto Espina, llegó a decir en la discusión en la sala que “quienes firman este proyecto después querrán prohibir el lucro con la previsión o en la salud”; el presidente de la cámara, Nicolás Monckeberg, hizo todo lo posible para que el documento no se hiciera público; y las bancadas de RN y la UDI anunciaron rechazar el documento.

Sepúlveda añade que los pasos a seguir serán “parar todo el sistema legislativo para la educación superior. No legislaremos absolutamente nada que vaya en función de perfeccionar este modelo”.

 YO LUCRO, TU LUCRAS…

En las redes sociales y en los comentarios de las noticias es común ver argumentos del tipo ‘acaso no lucran cuando trabajas’, ‘el lucro es una justa retribución a un bien ofrecido’ o ‘decir no al lucro equivale a no pagar por el trabajo que hacen docentes y rectores’.

En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ‘lucro’ significa “ganancia o provecho que se saca de algo”. ‘Lucrar’ es ‘ganar, sacar provecho de un negocio o encargo’, o sea, bajo criterios etimológicos ‘lucrar’ no significa de modo alguna la retribución o la justa remuneración por algún trabajo o servicio ofrecido, sino que una ganancia que va más allá del trabajo realizado.

Así las cosas, lucro se aplica cuando los dueños de la Universidad del Mar se autotransfirieron $600 millones a través de inmobiliarias de su propiedad, en circunstancias que se adeudaban $550 millones en imposiciones a los docentes y empleados.

“Cuando la educación es reducida a mercancía, no sólo se le quita su potencial de desarrollo humano, sino que también se reducen los horizontes de quienes se educan”- comentó Boric en el foro.

Por ello el presidente de la Fech ve un sentido político irrenunciable en la demanda del No al Lucro, que empapó la emergencia estudiantil del 2011: “Es el Estado el que debe velar porque todas las instituciones entreguen educación de calidad y que los intereses de los dueños de los centros de estudio no choquen con esto”.

Boric agregó que “si bien puede coincidir que a veces sea más rentable entregar una mejor educación, pero esa no es la regla del sistema chileno”.

 ESTUDIANTES CLIENTES Y EL PROYECTO FALLIDO DE LAVÍN

Mönckeberg señaló que el mercado de la educación superior privada sin regulación sólo es posible a través de la concepción de estudiantes como clientes y la creación de sociedades espejo que sacan el dinero ganado a partir de los aranceles de los estudiantes. El insumo del negocio de la educación superior son los aranceles.

Según un estudio de la Fech, la Unab lideró el 2011 el ranking de ingresos monetarios entre las universidades privadas, seguida por la U. San Sebastián, la U. de las Américas y la U. Santo Tomás. La Unab traspasó al bolsillo de sus dueños 247 millones de dólares sólo por aranceles de pregrado.

El 2011 cuando el defenestrado ministro de Educación Joaquín Lavín apostó por impulsar su ya olvidada reforma a la educación superior, los defensores del modelo económico pensaban dar el tiro de gracia que consolidase el sistema. A través del discurso de ‘nivelar la cancha’ o ‘transparentar el lucro’ el objetivo era dejar a un mismo nivel a las universidades tradicionales con las privadas ante la obtención de fondos fiscales para investigación, desarrollo de infraestructura o becas y créditos de estudio. Pero la revuelta estudiantil le salió al paso.

La charla de la periodista Mönckeberg se concentró en mostrar los rostros en los directorios de las más grandes universidades privadas y sus vínculos o pertenencia con el poder económico.

La periodista se basó en investigaciones sobre el lucro en las universidades hechas hace algunos años. Obras suyas son ‘La privatización de las universidades’ (2005) y ‘El negocio de las Universidades en Chile’ (2007), investigaciones pioneras en desentrañar una de las causas del malestar de las nuevas generaciones y un péndulo en el bolsillo de sus padres.

Los dineros van a parar a ex ministros de la dictadura y de la Concertación, dueños de grandes grupos económicos, amigos del presidente Piñera e, incluso, algunos de sus ministros, tal como lo denunció El Ciudadano en una investigación revelada el 2011.

 EL GRUPO LAUREATE

Cuando el 2000 el grupo Laureate International Universities (esa vez con el nombre Sylvan International Universities) desembarcó en Chile adquiriendo la Universidad de las Américas (UDLA), inauguró la compra de carteras de alumnos. Pese a que el lucro estaba prohibido en la legislación, el estímulo fueron los aranceles pagados por casi 20 mil alumnos.

Laureate es dueña de 76 instituciones de educación superior en 27 países del mundo, con cerca de 600.000 estudiantes. Hoy es controlado por el Fondo de Inversiones estadounidense KKR (Kohlberg Kravis Roberts) y el negocio en Chile fue tan bueno que al tiempo sumaron el Instituto AIEP, la Unab y la Universidad de Viña del Mar, centros de educación que juntas suman 60 mil estudiantes, cifra mayor a los de la Universidad de Chile y la Universidad Católica juntas.

 Herman Chadwick, hermano del ministro Secretario General de Gobierno, Andrés Chadwick, primo de Piñera, amigo de Ricardo Lagos, presidente del Consejo Nacional de Televisión, es el presidente de la junta directiva de la UDLA. Lo acompaña Jorge Selume, ex socio del dueño de Copesa, Álvaro Saieh. Selume es presidente de la junta directiva del Instituto AIEP y figura como vicepresidente de la Unab.

La prorrectora de la UDLA, Paulina Dittborn, fue vicepresidenta del Consejo Superior de Educación y es de las dueñas de Inacap y de la Universidad Tecnológica. Dittborn es esposa del ex ministro de Educación de Pinochet, Juan Antonio Guzmán Molinari, dirigente de la Sofofa y hoy preside la junta directiva de la Unab.

En la misma junta directiva figuran el fundador del Conicyt en dictadura, Manuel Krauskopt, que también se desempeñó como rector de la casa de estudios privada; el economista Oscar Guillermo Garretón y el abogado Julio Bustamante, ex superintendente de AFP.

Mönckeberg detalla que el vicepresidente del Consejo y rector de la UDLA es José Pedro Undurraga, quien también es del grupo Inacap-Universidad Tecnológica; junto al ex ministro de la Segpres, el demócrata cristiano, Genaro Arriagada; y el asesor de Dinacos en la época de Pinochet, Manfredo Mayol.

LA UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS

La universidad que pertenecía a Gerardo Rocha, hoy es propiedad del grupo económico que lidera Juan Hurtado Vicuña junto al fondo de inversiones Linzor. Según los datos de Mönckeberg, Hurtado es el presidente de Entel, accionista de Pucobre y del Consorcio Nacional de Seguros.

Linzor Capital, el otro dueño de la UST, es del inversionista Tim Purcell y de José Said, quien además es propietario de la Isapre Cruz Blanca, Embotelladora Andina y del Parque Arauco. La periodista hizo notar que Hurtado nombró como director ejecutivo del consorcio Santo Tomás, que además de la UST tiene un instituto profesional y colegios, a Marcos Büchi Buc, hermano del ex ministro de Hacienda de Pinochet Hernán Büchi.

 LAS UNIVERSIDADES UDI

La UDI es quizás el partido que tiene más presencia en directorios de universidades o con personajes del mundo empresarial ligados a ellas. El economista y ex ministro de Pinochet, Hernán Büchi, figura como presidente de la junta directiva de la Universidad del Desarrollo (UDD).

Tal como lo denunció El Ciudadano el año pasado, el ex ministro de Educación y actual ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, también estaba vinculado hasta mayo del 2011 a la UDD, junto al Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, el fallecido Ernesto Silva Bafalluy; y Federico Valdés Lafontaine, presidente de Azul-Azul, quien hoy es rector de la UDD.

La plata la sacaban a través de Inmobiliaria Ainavillo, donde hasta los hijos de Lavín figuran como socios.

En la propiedad de la UDD también está el grupo Penta, que desparrama sus acciones en bancos, aseguradoras e inmobiliarias. Carlos Alberto Délano, financista de las campañas de Joaquín Lavín y amigo de Piñera, junto a Carlos Eugenio Lavín, son parte del directorio de la casa de estudios.

Otra universidad ligada a la UDI es la Unab. Entre sus antiguos dueños, según los datos investigados por Mönckeberg, figura el fundador de la UDI, Luis Cordero Barrera, quien junto al dueño de Sonda, Andrés Navarro, y Alejandro Pérez tomaron el control de la USS, universidad también bajo control de la UDI. A través de AB Inmobiliaria, los tres sacan la plata de la Unab.

En tanto, Mönckeberg cuenta que en la Universidad Mayor se aglutinan ex ministros de Pinochet, encabezados por Ricardo García Rodríguez, hermano del director del Servel; los ex ministros Jorge Prado Aránguiz y el televisivo Sergio Melnick. El actual rector, Rubén Covarrubias, aboga porque del tesoro público se le den recursos a las privadas.

En la U. Mayor también figura René Salamé Martín como vicerrector académico. Salamé fue el último ministro de Educación de Pinochet.

 EL NEGOCIO EN REGIONES

El negocio de la educación no sólo es en la capital. En regiones también hay empresarios que sacan su buena tajada de la torta. La periodista cuenta que en Valparaíso la Universidad de Aconcagua fue comprada el 2007 por el grupo empresarial de Gonzalo Vial, controlador de Agrosuper, y que fusionó dicha universidad con la U. de Rancagua.

Temuco vio también surgir otro negocio con la Universidad Autónoma, la que es de propiedad de la familia del ministro de Justicia, Teodoro Ribera Neumann, cuyo padre, Teodoro Ribera Beneit, preside la junta directiva, y su hermano, Jaime Ribera, es el secretario general. El ministro fue rector de dicha casa de estudios hasta integrar el gabinete de Piñera.

 UN SISTEMA EN CRISIS

Mönckeberg terminó su intervención citando el estudio del Banco Mundial que dice que entre el 2006 y el 2010, 6 grupos empresariales-universitarios fueron beneficiarios del 62% de los Créditos con Aval del Estado (CAE).

La UST se llevó el 17,6% de la torta; la U. Tecnológica y el Inacap el 10,7%, el DUOC el 10,9% y el grupo Laureate (U. Américas, AIEP, Unab y U. de Viña del Mar) el 14%. Más atrás la USS se llevó el 4,4% y la U. Autónoma otro 4,4%.

Boric concluyó que en el fondo el lucro “es un problema ideológico que genera mochilas con piedras al desarrollo de las personas”. Un estudio del Centro de Estudios de la FECh (Cefech), presentado por el estudiante de sociología, Pablo Soto, concluye que el 2011 las familias en Chile se pusieron con 3.160 millones de dólares para financiar el sistema de universidades. La cifra es 1,68 veces más que lo que el Estado chileno invierte en Educación.

Pese a que constatar los nexos, los intereses de grupos conservadores y el negociado detrás dan cuenta de un panorama desolador, la movilización estudiantil del 2011 vino a remecer y provocar las primeras grietas a este modelo. Así ocurrió cuando el año pasado, el grupo Southern Cross, que hasta el 2006 controlaba La Polar, a 3 meses de iniciada la movilización estudiantil desistiera de comprar la Universidad del Mar. Su olfato les dijo que el negocio de la educación da sus últimos respiros.

 Mauricio Becerra Rebolledo

@kalidoscop

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