Una investigación del medio brasileño Agência Pública (compartida en nuestro país por Ciper), reveló el nexo entre el Instituto Butantan, uno de los centros científicos más importantes de Brasil, y la dictadura chilena.
Según los documentos a los que tuvieron acceso, encontraron una serie de fotografías en las que se revela la visita de la FACH a dicho instituto en 1979. Pese a que hay varios personajes de renombre, la presencia del general Matthei, padre de la alcaldesa de Providencia y precandidata presidencial, Evelyn Matthei.
El vínculo entre Butantan y la dictadura liderada por Augusto Pinochet, tiene relación con la toxina botulínica, la misma que se encontró durante el análisis forense en una muela del fallecido poeta y Premio Nobel, Pablo Neruda, cuya muerte sigue siendo investigada por la justicia chilena.
Sin embargo, podría haber otro nexo entre aquella toxina y la muerte de unos presos opositores a la dictadura, quienes fueron envenenados en 1981.
Según detalló el expreso político y exdirigente del MIR, Guillermo Rodríguez, una de las víctimas de aquel episodio, «el botulínico afecta a todo el sistema neurovascular y provoca la muerte por infarto o asfixia».
Mientras se encontraba en la Cárcel Pública de Santiago, él y otros siete reclusos ingirieron alimentos contaminados con toxina botulínica.
Ricardo Aguilera, uno de los presos en cuestión, señala que fueron utilizados como conejillos de indias: «No nos eligieron para matarnos por nuestra importancia, sino como ‘conejillos de indias’ para probar la eficacia de un agente tóxico», expresó.
En 2021, la Corte Suprema dictaminó que la toxina utilizada procedía de Brasil, y que había llegado al país vía valija diplomática a la cancillería del palacio presidencial.
Dentro del dictamen, el máximo tribunal señala que «la toxina botulínica fue introducida a la Cárcel Pública debidamente liofilizada, donde a ciertos internos se les suministró alimentos contaminados con dicha toxina, lo que provocó la muerte de dos de ellos, resultando otros cinco internos con lesiones graves».
La visita del general Matthei
Con la prensa sometida a censura previa, la visita del general Fernando Matthei al Instituto no tuvo registros, tampoco constancia en el informe anual de Butantan. Sin embargo, una serie de fotos del archivo de la institución muestran la presencia del comandante en jefe de la FACH.
Dentro de los militares chilenos, también se encontraba el comandante de grupo Jaime A. Estay Viveros, el primero en pilotar el caza Hawker Hunter utilizado en el bombardeo del Palacio de La Moneda durante el golpe militar.
Proyecto Andrea
Una vez instaurada la dictadura, la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), creó a inicios de 1975 el Proyecto Andrea, para producir armas químicas con el objetivo de eliminar opositores. «El gas sarín, la toxina botulínica, la toxina estafilocócica -producida en Butantan desde los años 30-, el talio, entre otros venenos, formaban parte del arsenal del proyecto», señala la investigación.
El laboratorio del proyecto se ubicaba en la casa del estadounidense y miembro de la DINA, Michael Townley, subordinado de Manuel Contreras. Otro nombre que aparece vinculado a este proyecto es el de Eugenio Berríos, conocido como «el químico de la dictadura».