Entrevista al ex vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera

Para García Linera, "la guerra de servidumbre que está llevando adelante Estados Unidos y la OTAN en Ucrania habla claramente de este reacomodo de medianos y pequeños imperios"

Entrevista al ex vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera

Autor: Anais Lucena

Hoy en día estamos viviendo momentos de reequilibrio del mundo sobre varias líneas. Por ejemplo, aquí en América Latina estamos observando una reconsolidación del proceso de la integración latinoamericana y la conferencia de la Celac en Buenos Aires yo creo que es evidencia de esto, por las propuestas muy importantes que se diero, como la propuesta del presidente Lula y el presidente Fernández sobre la creación de la nueva moneda latinoamericana y por supuesto varias declaraciones de los gobiernos de izquierda progresistas sobre el conflicto en Perú. Parece que este gran foro de liderazgos latinoamericanos está reconsolidándose una vez más. ¿Cómo ve usted este  “Celac 2.0”?

Este debate en torno a reconstruir Celac, reanimarlo, no puede ser más pertinente, más urgente. Porque como se sabe el mundo globalizado que conocimos durante 40 años, donde parecía que todo era una tierra plana de libre comercio, en los últimos años ha estado en un proceso de franca fragmentación. El Fondo Monetario habla de una fragmentación geopolítica, los gobiernos de las grandes potencias van a enfrentar problemas internos, van a enfrentar su competencia con China. Para defender sus estrategias de expansionismo territorial, vienen asumiendo posiciones de recorte de sus cadenas de producción, recorte de sus cadenas de valor.

Recientemente Estados Unidos ha promovido 2 leyes, la ley chips y la ley contra la inflación, que lo que hacen es crear un fondo de casi 400,000 millones de dólares para subvencionar la industria norteamericana, para promover consumo norteamericano y abordar de esa manera una reconstrucción regional de cadenas de valor, que anteriormente dependían o de chips asiáticos o de materia prima de Rusia o de energía de otros países, entonces comienza a crear -no acaba con la globalización- en cosas de economía doméstica. Habrá globalización, habrá libre mercado, cadenas de valor globales, pero en temas de estrategia y de competitividad intra-imperial, donde se define la primacía de los imperios, comienzan a replegar. Lo mismo va a hacer Europa. Entonces evidentemente China es una geo-región.

Hace 30 años el 35% del Producto Interno Bruto chino dependía del comercio internacional, ahora en 17%; sigue exportando, nos sigue inundando de productos a América Latina, pero su economía depende ahora más del mercado interno. Cada país está asumiendo en silencio niveles de concentración territorial de áreas estratégicas, para asumir de mejor manera su enfrentamiento y su competencia con otras regiones, y América Latina frente a eso no puede permanecer inerme. Con la inclusión individual por país nos trituran como nos han triturado a lo largo de siglos. Ningún país por sí solo en América Latina cuenta en el mundo, es irrelevante y nos tratan como irrelevantes, es decir, nos pisotean todas las geo-regiones, pero, una América Latina articulada como geo-región, que tiene -como decía la comandante del Comando Sur norteamericano- más de 80% de las reservas de litio, más del 40% de las reservas de agua dulce, minerales raros, tiene la Amazonía, tiene reservas significativas de petróleo y gas, como América Latina puesta así somos un factor decisorio de la economía mundial, puestos como países individuales somos como la abejita que estoy viendo desesperada queriendo salir de la ventana, no somos nada, entonces el plantearnos de manera realista y práctica, respetando las identidades nacionales sudamericanas, un segundo piso de estructuras y de instituciones de integración regional puede dar una moneda para el comercio, pero luego hay que pasar para temas de comercialización e industrialización del litio.

Usted mencionó el declive de la situación económica de Estados Unidos y Europa, pero en este contexto también vemos el surgimiento del bloque euroasiático de Rusia-China, incluso como la unión euroasiática. ¿Usted cree que esta consolidación es algo momentáneo y temporal o es algo que es una tendencia irreversible en el mundo?

Hay gente que ha estudiado la historia larga de las sociedades y el surgimiento de los imperios, menciono solamente a dos autores, Giovanni Arrighi y Ray Dalio, recientemente, un norteamericano medio empresario pero que ha hecho una serie de acumulación de estadísticas sobre las economías del mundo, y ambos autores con distancia en años de existencia porque Arrighi ya murió y Ray Dalio está ahora en plena madurez, hablan de ciclos hegemónicos que duran de entre 130 y 150 años de las grandes potencias y tanto Arrighi en la manera de hacer sus cálculos como Ray Dalio con sus gráficas de dinero exportaciones, producción, industrialización circuitos financieros, etcétera, muestran que la hegemonía norteamericana ha entrado en la fase descendente, no es que va a acabar mañana, ni en 5 años, ni en 10, pero ya ha entrado en su fase descendente y emerge una nueva potencia que intenta disputarse del hegemonio que es China, que aún no es hegemón y que para llegar a serlo va a tardar todavía unas décadas, pero que ya se ha iniciado ese ciclo, ya se ha iniciado el despunte de ese ciclo, es un buen dato tener a dos investigadores serios respecto a esto. Segundo dato importante es algo que ya fue estudiado por Marx hace más de 150 años que siempre los abanderados de libre cambio o de la globalización van a ser las potencias hegemónicas ascendentes o dominantes y los que comienzan a reivindicar formas de proteccionismo gradual son las potencias en declive y cuando tú ves ahora cómo está el lenguaje desde los últimos 10 años para acá, ves a unos Estados Unidos primero con Trump imponiendo aranceles a China, a México, a Europa, y a una China demandando en las reuniones del G7 globalización, reclamando que no le tengan miedo a la globalización y Trump y Biden respondiéndole con políticas de proteccionistas luego uno comienza a ver los datos que te da del Banco Mundial, que te da la OCDE, que te da el Fondo Monetario de como la economía china a ido subiendo en los últimos años y está todavía muy lejos de alcanzar a la economía norteamericana y en ciertos índices de tecnología e innovación está todavía muy atrás, pero si lo comparas con lo que era hace 30 años, Estados Unidos y China, la brecha comienza a cerrarse de una manera muy acelerada.

Entonces las tendencias objetivas, discursivas y los estudios comparativos de historia económica muestran de que no es una exageración de que hay datos objetivos de estas dos fases, una fase de declinación y una fase de ascendencia. Creo que esto se va a aclarar en los siguientes 20 años, pero inevitablemente estás ante tendencias muy claras de carácter objetivo de un hegemón que seguirá siéndolo pero que ya su combustible comienza a apagarse, y de un nuevo hegemón qué comienza a emerger sin prisa pero sin pausa que comienza a emerger en la perspectiva de articular el mundo, que es China.

El conflicto actual en Ucrania es un intento de Estados Unidos para frenar este declive, es un intento de frenar el crecimiento del poder político-económico de Rusia y en secundario de China. Me parece como una medida desesperada porque el gobierno de Estados Unidos está dispuesto a que cientos de miles de ucranianos, de rusos mueran en este conflicto, entonces crear y alimentar esta guerra es para que puedan mantener la hegemonía por lo menos en un declive más lento, no sé si usted está de acuerdo.

Mira las guerras por encargo, las guerras directas, las guerras de servidumbre hacia potencias mundiales son una muestra clara del declive del gran hegemón. Siempre ha sucedido así. El declive de Inglaterra dio lugar a la primera y luego a la segunda guerra mundial que consolidó al hegemón norteamericano, ¿por qué sucede eso? Porque cuando un hegemón es pleno, el orden está dado, hay una sola cabeza que ordena el mundo y las otras potencias se alinean y se subordinan, (pero) cuando el hegemón comienza a declinar las otras potencias intermedias ven la oportunidad de ampliar espacios, ampliar influencias ampliar disputa de territorios, entonces, se desatan tensiones, conflictos geopolíticos, fragmentaciones geopolíticas y guerras geopolíticas, es inevitable. Cuando hay un grande poderoso los pequeños se quedan tranquilos, pero cuando el poderoso no es tan poderoso y todos son intermedios o medianos quieren saber quién va a ser el jefe y todos comienzan a pelear hasta que se ubique el nuevo jefe que ponga orden otra vez en la casa, ha sucedido así desde los imperios de Babilonia hasta miles de años atrás y va a seguir siendo así seguramente los cientos de años que tengan por delante.

Entonces, esta guerra de servidumbre que está sucediendo en Ucrania es claramente eso, una Rusia que se cree -después de la humillación terrible de los últimos 20 años dónde de haber acordado que no se iba a expandir un solo milímetro más la OTAN y ahora está a 200 km de sus fronteras estando antes casi a 1.500 km- una Rusia que dice ‘oye ya basta, estuve muy callado durante mucho tiempo, me humillaron, me arrinconan y hoy digo suficiente’ no disputa la hegemonía mundial pero se siente con la suficiente fuerza como para poner los límites a sus influencias geo-territoriales, (y) Estados Unidos que sigue intentando acorralar a Rusia porque la quiere acabar como potencia para prevenir futuros riesgos a largo plazo y a la vez estar más cerca de China para colocar un tapón para detener su influencia, y una Rusia que no está dispuesta a ello una China que ve con relativa distancia esta pelea que sabe que va dirigida contra ella la pelea pero que no quiere todavía intervenir en lo militar pero sí que tiene respuestas económicas para irradiar su influencia.

La influencia de China hoy por hoy, como sucede con cualquier potencia ascendente, es básicamente económica, cuando se consolide eso y tenga que defender pasa al tema militar, pero ahora no lo necesita. Sus rutas de la seda son económicas, financiamiento e inversiones, mercados, porque es una economía que recién va emergiendo como potencial hegemón planetario. Entonces uno ve como en dibujos animados cosas que vienen reflexionando los teóricos que investigaron la geopolítica hace más de 150 años. Fíjate los estudios de Hilferding o de Lenin sobre estos temas, habrán variado los nombres, habrán variado las jefaturas políticas, pero las ambiciones territoriales y lo que se pone en disputas son las mismas después de 100 años, entonces no cabe duda de que la guerra en Ucrania, la invasión a Ucrania y la guerra de servidumbre que está llevando adelante Estados Unidos y la OTAN en Ucrania hablan claramente de este reacomodo de medianos y pequeños imperios, en un momento de debilidad de declive del gran Imperio que prevaleció en el mundo desde 1945.

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