Iquique. 21 de diciembre de 1907. Presidente Pedro Montt. Jefe de Plaza General Roberto Silva Renard. Masacre Escuela Santa María.
Puerto Natales 23 enero 1919. Presidente Juan Luís Sanfuentes. Ministro de Guerra Ladislao Errázuriz Zañartu. Masacre obrera.
3 de febrero de 1921. Presidente Arturo Alessandri Palma. Masacre de San Gregorio.
Marzo de 1925. Masacre de Marusia.
Masacre de La Coruña. Masacres de Alto Bíobío. Nitratúe, Ranquil, Lonquimay…
Es la misma derecha de siempre. La derecha que mató al general René Schneider, al edecán Araya. La misma derecha que tocó las puertas de los cuarteles militares. La misma derecha que iba a tirar trigo a la puerta de la casa del Comandante en Jefe Carlos Prats.
General Bonilla, Contraalmirante Ismael Huerta, Viceralmirante Patricio Carvajal, General Rolando González, Contraalmirante Lorenzo Gotuzzo, General Sergio Figueroa, José Navarro Tobar, General Arturo Yovane, General Arturo Vivero, Gonzalo Prieto Gandera, Coronel Alberto Spoerer, Coronel Sergio Crespo, General Mario Mac kay, General Diego Barba, Coronel Pedro Ewing. Estos fueron los primeros ministros nominados por la dictadura militar. Sergio Arellano encabezaba la Caravana de la Muerte, y Manuel Contreras era el Jefe de la DINA.
La derecha que se vendió Chile. Sergio de Castro, Hernán Büchi, Carlos Cáceres, José Piñera Echenique. Bruno Philippi. Sergio Fernández, Vasco Costa. Hernán Felipe Errázuriz. Miguel Angel Poduje. Guillermo Arthur. Alvaro Saied. Jorge Selume. Julio Ponce Lerou. Carlos Alberto Délano. Carlos Eugenio Lavin. Manuel Cruzat Infante. Fernando Larrain Peña… también estaba Ricardo Claro.
Esta es una pequeña parte de la derecha que está esperando que gane el Pinochetismo/Piñera. Y no hay que pensar que las cosas han cambiado de manera significativa. En una mesa de votación en la zona antártica, (solo votaban militares) de ocho votos siete fueron… para Piñera.
Y están con nosotros siempre Diana Aron. José Carrasco Tapia. Miguel Angel Catalán Febrero. Reinaldo Rozas y Jecar. Y están los 119 detenidos desaparecidos entre tantos miles. Y están los miles de torturados, los miles de exiliados. Están nuestros buenos camaradas que permanecieron por años en el patio 29. Y están Los Hornos de Lonquén, Pisagua, Chacabuco, Tejas Verdes.
Es muy entendible el profundo malestar ante la disyuntiva en la segunda vuelta electoral. Son muchos años en que se insiste en pedir sacrificios electorales, donde siempre hay que aparcar hasta el siguiente periodo las indispensables transformaciones que Chile necesita. Donde el candidato de la Concertación llega impuesto por una camarilla que está agotada hace ya bastantes periodos.
Es que los votos de Marco Enríquez y de Jorge Arrate, los nulos y muchos en blanco, y los que en un comienzo sostuvieron a Navarro, no le dicen nada a los que recorren los pulcros pasillos en La Moneda?. Esas son las voluntades que ahora les están haciendo falta en las matemáticas.
La Concertación no pasa por la historia como lo mejor sucedido después de tantos años malos y criminales de la dictadura de las Fuerzas Armadas. En Chile no se está votando por un Mujica ni un Correa en segunda vuelta. Fue una incorrecta propuesta de los partidos que gobiernan, y claro, hoy, en este enorme dilema, donde se juegan principios, consecuencia, generosidad, la determinación es delicada, pero hay que tomar una posición.
Posiblemente es el momento en que debamos aparcar nuestras diferencias, que son muy justas y correctas. Los hechos nos han demostrado que sí. La historia política del país no se termina con la segunda vuelta de estas elecciones. Es también el momento en que todos aquellos que sostenemos que este sistema es injusto y que debe ser transformado, busquemos las instancias donde nuestros esfuerzos puedan tener la fuerza, para que se conviertan en verdadera expresión popular, porque de eso también están construidos los tiempos. Hay suficiente historia y aprendizaje para diferencias cantos de sirena y proyectos de sociedades más libres, democráticas y solidarias.
La Concertación da algunas señales de apertura y cambios, su acuerdo de mínimos es muy insuficiente. Chile necesita sentar las bases de un proyecto de país donde TODOS los chilenos seamos dueños de nuestras riquezas básicas, donde se amplíen de manera significativa, las oportunidades para las nuevas generaciones, en educación y cultura. Hacer que la salud pública, se constituye en un derecho digno y no mendicante, no un privilegio. Necesitamos detener la carrera armamentista tan podo dignificante como pueblo, esos recursos son indispensables en otros sectores del país. Y claro, esto sucede entre otras razones porque la transición no ha comenzado, los poderes fácticos están…
Pero hay una cosa que la Concertación debe manifestar clara y de manera determinada… una Nueva Constitución.
Los excluidos no se acaban con el ingreso de tres parlamentarios comunistas al Congreso Nacional, el acuerdo era una posibilidad que siempre estuvo allí. Los miles de chilenos en el extranjero tienen que ejercer su derecho a votar en las próximas elecciones. El sistema binominal debe ser reemplazado por uno que posibilite la representación de TODAS las opiniones y voluntades.
No es creíble que si gana la derecha Manuel Contreras será el siguiente embajador ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas… pero es un segundo golpe de estado.
“La doctrina socialista no es un conjunto de dogmas estáticos, sino una doctrina viva, esencialmente dinámica, que expresa en el orden de las ideas políticas las tendencias creadoras del proletariado moderno”. (Salvador Allende. Discurso en el senado en 18 de junio de 1948).
Por Pablo Varas