Los partidos políticos españoles parece que empiezan a caminar hacia la posible investidura del futuro presidente del país. Tras la propuesta basada en seis condiciones ofrecida por el líder del partido liberal Ciudadanos, Albert Rivera, para apoyar a la reelección de Mariano Rajoy (PP) como jefe del Ejecutivo español, ahora la pelota está en el tejado del Partido Popular.
El próximo 17 de agosto la formación conservadora se pronunciará acerca de la propuesta de los liberales que buscan así sacar al país del bloqueo político que atraviesa desde hace ocho meses.
La iniciativa fue acogida favorablemente por el líder conservador, diciendo que es «una buena decisión para España».
Después de meses de exigir un paso al costado de Mariano Rajoy para darle el apoyo al Partido Popular, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, aceptó negociar con el líder conservador y asegurarle la continuidad en el poder. Ciudadanos cambió su posición de un abstención para la investidura a un «sí», si se aceptan sus condiciones.
Con su oferta, el líder de Ciudadanos abrió la puerta al apoyo a Rajoy en una hipotética sesión de investidura a cambio de que el PP acepte seis puntos relacionados con la regeneración democrática y lucha contra la corrupción. Si la cúpula del PP da su consentimiento, Rivera volverá a reunirse con Rajoy con la idea de fijar una fecha para una sesión de investidura.
El PP salió reforzado de los comicios del 26 de junio, pero con sus 137 diputados quedó lejos de la mayoría absoluta, fijada en 176. Si Ciudadanos le brinda su apoyo, se quedará a siete de conseguirla. Este número podría llevar al PSOE a cambiar su «no» por una abstención que permitiría gobernar a Rajoy.
Apoyo sin entrar al Gobierno
Sin embargo, Rivera fue claro en asegurar que su partido no entrará a formar Gobierno con el Partido Popular. «Queremos estar en el Gobierno pero no a cualquier precio», afirmó en relación al hecho que los casos de corrupción que salpican a los populares.
Además, el líder de Ciudadanos dijo que ahora es el PP quien tienen que «mover ficha» porque sería «ilógico que bloqueara su propia investidura». Para él, el Ejecutivo debería de estar gobernando a finales de agosto o principios de septiembre.
Por otra parte, Rivera instó al Partido Socialista (PSOE) a «mojarse» y agregó que «no pueden desentenderse de España» y de este proceso para desbloquear la situación política y evitar tener que ir de nuevo -por tercer vez- a elecciones generales.
A pesar de las presiones de los liberales y conservadores, el PSOE no cambia de opinión y sigue manteniendo su «no» a la investidura.
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