España: revolcados en el lodo

Ayer el Presidente del ultraderechista gobierno español, Mariano Rajoy tuvo que salir arrancando como un vulgar delincuente y por la puerta trasera del Congreso español, para evitar las protestas, que cada día cobran más fuerza en la derrotada España

España: revolcados en el lodo

Autor: Wari

Ayer el Presidente del ultraderechista gobierno español, Mariano Rajoy tuvo que salir arrancando como un vulgar delincuente y por la puerta trasera del Congreso español, para evitar las protestas, que cada día cobran más fuerza en la derrotada España. En esa España que los ciudadanos se resisten a aceptar que un grupo de vende patrias hipoteque su futuro. Aunque para entender este auténtico dramón debemos remontarnos hace unos años atrás, en mayo de 2010 para ser mas preciso.

Con unas finanzas públicas mucho más saneadas que la media de los países de la UE y que la de Estados Unidos mismo y con una prima de riesgo ridículamente baja en comparación con los niveles que varios países europeos. Que por supuesto, después han visto después sin que pasara nada grave. A España se le exigieron unos ajustes por parte del FMI y la UE que hundieron más su economía y, con ella, la valoración de los inmuebles que tenían sus bancos. Se mete entonces a España, que comenzaba a salir lentamente de la recesión de 2009 (también inferior en términos del PIB que la sufrida ese año por los otros grandes países europeos) en un círculo vicioso de depresión. Al final producen más desaliento que, al hundir aún más el mercado inmobiliario, acentuó la crisis de los bancos hasta llegar al rescate anunciado el 9 de junio a los Bancos españoles y no a España, como se pretende hacer creer al mundo. Esta es una triquiñuela que ocupan los medios de comunicación favorables a la derecha al informar al mundo que este es un rescate a la nación española cuando en estricto rigor se está haciendo un salvataje a los Bancos españoles. Es decir, después de tener una economía saneada y que incluso se jactaba de saquear a los países sudamericanos, con sus gobiernos cómplices, cae en desgracia ante la Eurozona. Es una mala digestión, pero esta digestión es mucho peor por las políticas dictadas por la UE, con Merkel a la cabeza. Las consecuencias, además del paro y del sufrimiento de mucha gente, se notan en el hundimiento de empresas españolas que eran uno de los principales inversionistas mundiales, con compañías en los sectores de energía, telecomunicaciones, construcción de infraestructuras, banca, seguros, alimentación. Muchas de ellas operando en los países sudamericanos, siempre en complicidad con los yanaconas y los políticos corruptos. Chile por supuesto no es la excepción, yo más bien diría que fuimos los artífices de este plan de entreguismo. Fuimos la cabeza de lanza para que el plan saliera perfecto. Ahora las acciones de las empresas españolas se cotizan más bajas y son más accesibles para potenciales compradores extranjeros. Por unos años España vivió en el espejismo de jugar en Primera División, y ahora vuelven a la Segunda y sin expectativas de volver a subir.

¿Conspiración? Parece que sí, son otros ahora los pillos y delincuentes que ganan. Siempre hay alguien que pierde y alguien que gana en estos negociados nauseabundos. Solamente hay que preguntarse quién es el que está ganando con su desgracia. Alemania, de momento parece que sí. Aunque Alemania por hoy se financia casi gratis gracias al dinero que huye de España y de otros países.

Se habla del golpe de los mercados en la instauración de gobiernos tecnócratas en 2011 en Italia y en Grecia. En mi opinión, habría que sumar a España a la lista de países cuya soberanía fue violentada por unos mercados cuyos instrumentos fueron los gobiernos de varios países, especialmente de Alemania y de Estados Unidos. Lo que ocurre es que aquí no fue necesario cambiar el gobierno, porque el Gobierno se doblegó, o mejor dicho se entregó (me refiero al gobierno del “socialista” Rodríguez Zapatero).

Todo lo que está sucediendo desde 2007 es el resultado de un proceso planificado con mucha antelación. Las circunstancias propiciadas por la crisis financiera están favoreciendo una reapropiación del Mercado por los países tradicionalmente hegemónicos, llámese EEUU, Reino Unido, Alemania. Esto es una guerra entre capitalistas, en la que las víctimas colaterales son los ciudadanos. Entonces no hay que creerse el cuento de la crisis económica europea con la que engañan a la opinión pública. Este embuste es para decirles a los sindicatos y trabajadores que no deben pedir más. Es para engañar con el falso argumento de la crisis mundial de la economía. Ahora sabemos el final de la trama: Alemania, EEUU, Reino Unido y otros países mafiosos, se están adueñando de todos los despojos de Grecia, España, Italia y de otros países en desgracia.

Como reflejan numerosos estudios (entre ellos los de la propia OCDE), desde hace dos décadas, en la mayoría de los países ricos los salarios reales de los trabajadores han crecido muy poco o incluso han disminuido, y la participación de las rentas del trabajo en la renta nacional ha caído en casi todos. Las desigualdades han aumentado también en casi todos. Por lo tanto, primero vino una reasignación de la riqueza en el interior de los países capitalistas y, ahora, además, estamos viviendo un ajuste de cuentas entre capitalistas de distintos países.

La torta no crece lo suficiente y, con la llegada de los países emergentes, hay nuevos y hambrientos comensales.

A través de las instituciones de la UE, Alemania y, en menor medida Francia, tienen el poder para cambiar el mapa de Europa. Saquear a España, una recién llegada a la primera división, y ocupar una parte del espacio que ahora desocupa. Esa podría ser la intención de Merkel, aunque no creo que el nuevo Presidente de Francia esté a favor de esta argucia. El otro sí estaba de acuerdo, y me refiero a Nicolás Sarkozy. Lo que parece claro es que con el euro se han cedido demasiada soberanía a instituciones supranacionales esenciales fácilmente controlables por un solo país (Alemania). Ahora todos son sus súbditos y, mientras el Gobierno alemán esté ocupado por gente que piensa y actúa como Angela Merkel, o hay una reacción política valiente y rebelde en España, o este país verá cómo su base económica y social se queda sin nada. Si no cambia ya la política europea y se reforman las instituciones para repartir mejor el poder, se debería acabar por fin la Unión Europea y con ello el fin de la globalización.

Por Hugo Farias Moya

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