Miles de fieles madrugaron este lunes para despedir a Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro, donde está instalada una capilla ardiente.
La larga fila llega hasta la inmensa Plaza de San Pedro ya rodea las célebres columnas de la explanada, por lo que se cuenta con un importante dispositivo de seguridad.
Se prevé que los restos del Papa emérito permanezcan en la Basílica en un lapso de tres días, hasta el funeral.
De acuerdo con Vatican News, las primeras estimaciones hablan de 15.000 personas que esperan fuera de la Basílica solo este lunes.
En total, solo para la capilla ardiente, El Vaticano prevé una vista de entre 30.000 y 35.000 personas al día.
En el funeral, por su parte, que se llevará a cabo el próximo 5 de enero, se espera una afluencia de 50.000 o 60.000 personas.
En la capilla ardiente, el primero en entrar fue el Presidente italiano, Sergio Mattarella, seguido de la Primera Ministra, Giorgia Meloni.
Este domingo fueron reveladas las primeras imágenes del expontífice, en un funeral privado que se realizó en la capilla de la que fue su residencia.
Benedicto XVI falleció este 31 de diciembre, tras encontrarse grave de salud.
Días antes de su fallecimiento, el Papa Francisco pidió rezar por él.
En 2013, el expontífice renunció por problemas de salud.
En abril, el que fuera durante años su secretario, el arzobispo Georg Gaenswein, dijo a Vatican News que el papa emérito se encontraba «relativamente débil», aunque «de buen ánimo».
Un expontífice salpicado por casos de abusos sexuales
En 2022, el expontífice fue salpicado de los casos de abusos sexuales contra niños en la Iglesia católica alemana.
En el informe, Ratzinger fue señalado por su gestión de esos abusos cuando era arzobispo de Múnich, y salió de su silencio para pedir perdón, asegurando que nunca encubrió a ningún abusador.
Benedicto XVI, cuyo nombre de pila es Joseph Ratzinger, estuvo en ese cargo entre 1977 y 1982.
Durante años, el expontífice ha rechazado esas acusaciones históricas. Sin embargo, un nuevo reporte sobre este asunto entregado por una firma legal alemana lo incrimina directamente.
En ese reporte se afirma que Benedicto XVI sabía de la acusación de abuso sexual que pesaba sobre uno de los sacerdotes, que fue transferido de diócesis pero continuó en trabajos pastorales con la comunidad.
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