La nueva estrategia de Donald Trump para obligar que algunos países acepten de vuelta a sus ciudadanos deportados de EEUU se hace realidad.
La administración Trump ha emitido fuertes sanciones a cuatro países que se han negado a recibir de vuelta a sus ciudadanos, informó el Washington Times.
Funcionarios del departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado confirmaron la decisión, pero se negaron a nombrar los cuatro países.
Sin embargo fuentes al interior de DHS presente en las deliberaciones finales sobre las sanciones a las visas de los ciudadanos de estos países aseguraron al diario capitalino que se trata de Camboya, Eritrea, Guinea y Sierra Leona.
La implementación de estas sanciones cumple una promesa de campaña del presidente Trump, que había reprendido a la administración Obama por no hacer más para obligar a los países a recibir de vuelta a sus deportados.
Trump había ordenado a utilizar una disposición en la ley que le permite imponer sanciones a los países que no colaboran con las deportaciones de sus ciudadanos. Por tal motivo el Departamento de Seguridad Nacional solicitó formalmente al Departamento de Estado detener la emisión de visas a ciudadanos de estos cuatro países.
“Podemos confirmar que el Departamento de Estado ha recibido notificación del Departamento de Seguridad Nacional con respecto a cuatro países que se han negado a aceptar el regreso de sus ciudadanos,” dijo un funcionario de DHS al Washington Times.
Durante la campaña electoral, Trump prometió una ofensiva, quejándose de “al menos 23 países que se niegan a recibir a su gente tras haber sido deportados por EEUU, incluyendo un gran número de criminales violentos”.
Al final del año pasado 20 países eran considerados problemáticos a la horas de recibir de vuelta a sus ciudadanos. En mayo de esta año luego de las amenazas de Trump este número de redujo a 12.
El caso más reciente es Irak que luego de negarse a recibir por años a sus deportados accedieron a hacerlo con el fin de quedar fuera del veto migratorio de Trump que prohíbe la entrada de ciudadanos de Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia.
En la lista negra todavía quedan Cuba y China con 35,000 y cerca de 1,900 ciudadanos de estos países listos para ser deportados respectivamente. Le siguen Birmania, Hong Kong, Laos, Marruecos, Sudán del Sur, Vietnam e Irán.
Bajo la Sección 243 (d) del código de inmigración, una vez que el secretario de Seguridad Nacional determina que un país no colabora eficazmente con EEUU se notifica al Departamento de Estado, que, según la ley, “deberá” tomar las sanciones respectivas.
Las dos veces anteriores que se han aplicado estas sanciones fue en contra de Guyana en 2001 y Gambia el año pasado. En ambas ocasiones el Departamento de Estado sólo se dejó de emitir visas a funcionarios públicos y sus familias.
En las próximas horas se espera que se conozca la totalidad de las sanciones contra estos cuatro países.