Con el objetivo de quitarse la mala fama y tratar de limpiar su imagen sobre explotación laboral y las precarias condiciones en las que mantiene a sus trabajadores, el gigante del fast fashion, Shein, invitó a varias influencers -principalmente estadounidenses- en un viaje de dos semanas todo pagado a sus fábricas en Guangzhou, China.
Dani Carbonari, Marina Saavedra, Aujené, Fernanda Stephany Campuzano, Kenya Freeman y Destene Sudduth, fueron quienes participaron en este plan de la empresa para mostrar las supuestas buenas condiciones de trabajo actuales.
La excursión contempló visitas a sus fábricas y centros de envío, además de reuniones con los trabajadores, para que los invitados compartieran contenido con una narrativa más positiva de la firma. Sin embargo, la estrategia de la compañía no salió como esperaban.
A pesar de que las creadoras de contenido realizaron sus publicaciones en redes sociales como Instagram y TikTok hablando sobre las buenas condiciones laborales de los trabajadores de Shein, estas fueron duramente criticadas por los usuarios, acusándolas de estar pauteadas y promover un negocio con malas prácticas laborales, ambientales y éticas.
En medio de la polémica, Shein emitió un comunicado en el que señaló que estaba “triste” de ver la violenta reacción y asegurando que “está comprometida con la transparencia y este viaje refleja una forma en la que escuchamos los comentarios, ofreciendo la oportunidad de mostrarle a un grupo de personas influyentes cómo funciona Shein a través de una visita a nuestro centro de innovación y permitiéndoles compartir sus propias ideas con sus seguidores”.
“Sus videos y comentarios en las redes sociales son auténticos, y respetamos y respaldamos la perspectiva y la voz de cada influencer sobre su experiencia. Esperamos continuar brindando más transparencia en torno a nuestro modelo de negocios y operaciones bajo demanda”, añadieron.
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