Estudiante en Coquimbo sufrió agresiones por parte de sus compañeros y ahora el colegio debe pagar $20 millones

La sentencia del tribunal señala que el alumno fue víctima de acoso escolar o bullying entre los años 2018 y 2019, dentro del colegio, mientras cursaba sus estudios de enseñanza básica.

Estudiante en Coquimbo sufrió agresiones por parte de sus compañeros y ahora el colegio debe pagar $20 millones

Autor: Leonardo Buitrago

El Colegio Diego de Alemyda de Coquimbo fue condenado a pagar 20 millones de pesos, por conceptos de daños a la moral, contra un estudiante que fue víctima de agresiones físicas y psicológicas dentro del campus de estudio, por parte de sus compañeros.

La sentencia, además establece pagar 10 millones de peso a la madre del menor, y 1.052.708 por concepto de daño emergente; refiere MegaNoticias.

La sentencia del tribunal señala que el alumno fue víctima de acoso escolar o bullying entre los años 2018 y 2019, dentro del colegio, mientras cursaba sus estudios de enseñanza básica.

«Durante el año 2018 el estudiante ya individualizado fue objeto de agresiones físicas por parte de sus compañeros, las que continuaron durante el año 2019, a lo que se agregó el aislamiento por parte de sus compañeros, siendo además objeto de burlas y vejámenes por parte de otros miembros de la comunidad escolar», detalló el fallo.

«Fue puesto oportunamente en conocimiento del establecimiento educacional, el que, pese a que la evidencia de que la gravedad de los hechos (…) nunca activó el protocolo que todo establecimiento de ese tipo debe mantener y observar para prevenir y abordar esa clase de situaciones, minimizando los hechos y eludiendo la responsabilidad que le cabe», añade el fallo del tribunal de Coquimbo.

Negligencia por parte del colegio por no activar los protocolos

El tribunal de Coquimbo aseveró que existió negligencia por parte de las autoridades del colegio, quienes no activaron los protocolos para acoso escolar, vulnerando los derechos y la integridad física del joven.

«Era un hecho patente que los antecedentes aportados tanto por los padres como por las profesionales que atendieron al niño, demostraban de forma palmaria que este era víctima de una vulneración de sus derechos a la vida e integridad física y psíquica por actos ocurridos al interior del establecimiento, durante la jornada de clases, omisión que es consecuencia necesaria de un daño producido en su persona», sostuvo.

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