El exfiscal Jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, Carlos Gajardo, reconocido mediáticamente por su rol como persecutor en el Caso Penta, criticó la decisión de la fiscalía al blindar las conversaciones del abogado Luis Hermosilla con sus clientes, bajo el argumento del «secreto profesional».
Hermosilla nuevamente se encuentra en el ojo del huracán mediático tras ser el protagonista indirecto de la renuncia y posterior formalización del exdirector de la PDI, Sergio Muñoz, que terminó en prisión preventiva, luego que este le filtrara información secreta al abogado.
Bajo ese prisma, las más de 777 mil páginas que tiene la fiscalía con conversaciones extraídas del celular de Hermosilla, no serán revisadas en su totalidad dado que el «profesional está amparado en este ‘deber’ que consigna el Código Procesal Penal», señaló La Tercera.
Pese a que el teléfono de Hermosilla «puede ser una caja de Pandora», como señaló el ministro de Justicia, Luis Cordero, no todo es del interés del Ministerio Público debido a dos cosas: todo lo que no comprometa un hecho delictual y tampoco ahondarán en nada que esté cubierto por el secreto profesional del abogado.
Según detalló La Tercera, «el Código de Ética del Colegio de Abogados consagra el secreto profesional como un “deber hacia los clientes”, el cual debe perdurar, más allá de que la relación contractual haya finalizado. Por lo mismo, esta norma es imprescriptible».
Sin embargo, Carlos Gajardo salió al paso de esta aseveración y trajo a colación un poco de jurisrprudencia al respecto.
El exfiscal recordó el caso del abogado Ariel Marín quien fuera condenado por cometer delitos de lavado de dinero junto a sus clientes con activos provenientes del tráfico de drogas. «Sus conversaciones fueron clave para condenarlo», expresó.
Finalmente, aclaró que «las conversaciones en que se conspire para cometer delitos no están amparadas por ningún secreto profesional aunque en ellas participe un abogado»