«Experimento Final»: La insólita expedición terraplanista a la Antártida que terminó en fracaso

Resulta sorprendente que, en pleno siglo XXI, con los avances tecnológicos y científicos que permiten explorar los confines del universo y obtener mayor información del planeta, aún se destinen ingentes recursos a debatir ideas refutadas hace siglos, como si la tierra es plana o esférica, cuya polémica se trasladó recientemente a la Antártida.

«Experimento Final»: La insólita expedición terraplanista a la Antártida que terminó en fracaso

Autor: Seguel Alfredo

Experimento Terraplanistas: La insólita expedición a la Antártida que terminó en fracaso

Un experimento impulsado por destacados terraplanistas para probar la validez de sus creencias terminó derrumbando sus propios argumentos. Jeran Campanella, creador del canal de YouTube Jeranism, y otros dos defensores de la teoría de la Tierra plana viajaron a la Antártida con la esperanza de demostrar que el continente era un muro de hielo donde el sol nunca brilla 24 horas seguidas. La expedición, conocida como el “Experimento Final”, fue financiada por un sacerdote de Colorado, Will Duffy, quien afirmó que sería la prueba definitiva para acabar con el debate.

Campanella, junto con Sean Griffin y Austin Whisitt, recorrieron más de 14.000 kilómetros desde Estados Unidos hasta las regiones más australes del planeta. Su objetivo principal era verificar que el fenómeno del sol de medianoche, documentado por la ciencia moderna, era falso. Sin embargo, al llegar, se encontraron con una evidencia imposible de negar: el sol permanecía visible durante 24 horas en pleno verano austral, destacó La Vanguardia.

En un vídeo publicado tras la expedición, Campanella admitió: “Pensaba que no había sol las 24 horas. De hecho, estaba bastante seguro de ello. Ahora sé que sí lo hay”. Aunque reconoció la existencia del fenómeno, evitó pronunciarse sobre la forma esférica de la Tierra, lo que dejó abierta la controversia entre sus seguidores.

Ver video The Final Experiment

La expedición incluyó a divulgadores científicos como Dave Farina (Professor Dave Explains) y SciManDan, quienes representaron al bando opuesto y documentaron el viaje. La presencia de estos divulgadores ayudó a dar mayor visibilidad al experimento, que ahora es señalado como un ejemplo de cómo la realidad puede imponerse incluso a las creencias más firmemente arraigadas.

El fenómeno del sol de medianoche, posible únicamente en una esfera inclinada y rotatoria, representa un desafío directo para las teorías terraplanistas, que sostienen que la Tierra es un disco rodeado por un muro de hielo. Aunque Campanella no abandonó del todo su postura, su experiencia marcó un punto de inflexión en el movimiento, generando críticas y burlas en redes sociales.

Will Duffy, promotor de la expedición, había asegurado que esta iniciativa pondría fin al debate sobre la forma de la Tierra. No obstante, el resultado no solo reforzó el consenso científico, sino que también expuso las limitaciones de los argumentos terraplanistas. Según National Geographic, el fracaso del experimento refleja cómo el sesgo de confirmación puede llevar a defender ideas contrarias a la evidencia.

La expedición a la Antártida no solo dejó a los terraplanistas sin palabras, sino que subrayó la importancia de la evidencia científica en un mundo cada vez más influenciado por teorías conspirativas. Como concluyó Campanella: “A veces uno se equivoca en la vida. Ahora lo sé con certeza”.


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