Familia Villarroel Rojas y pobladores de La Victoria denunciaron amenazas

Amedrentamientos a través de cartas y llamadas telefónicas, seguimientos, y, últimamente, el robo de un vehículo desde fuera del hogar de una de las personas amenazadas, fueron los hechos denunciados por activistas sociales de La Victoria en conjunto con familiares de los hermanos Villarroel Rojas. La declaración fue emitida este jueves 4 de mayo desde la parroquia de la población, ubicada en la zona sur del Gran Santiago.

Familia Villarroel Rojas y pobladores de La Victoria denunciaron amenazas

Autor: Wari

Este jueves 4 de mayo, representantes de organizaciones populares y de la familia Villarroel Rojas realizaron un punto de prensa en la Casa Memorial de André Jarlan y Pierre Dubois, ubicada en la calle Ranquil de la población La Victoria, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, Santiago de Chile.

Mediante un comunicado, con el lema “Si tocan a uno, nos tocan a todos”, hicieron mención al caso del crimen de Aníbal Villarroel, de 26 años, quien murió a consecuencia de un disparo efectuado por el teniente de Carabineros, Joaquín Muñoz Vásquez, durante las manifestaciones que se realizaron en la población La Victoria el 18 de octubre de 2020, al conmemorarse un año del “Estallido Social”.

A pesar de contar con las pruebas balísticas de la PDI, Christian Toledo, jefe de Delitos Violentos de la Fiscalía Metropolitana Sur, aún no ha formalizado al uniformado, el cual ha guardado silencio al ser llamado a declarar ante tribunales. Este fiscal ha solicitado el sobreseimiento de la causa, en la que además está imputado el ex director general de Carabineros, Mario Rozas, petición que fue denegada en abril pasado por la Corte de Apelaciones de San Miguel, por lo que la investigación debe continuar.

Paralelamente a este caso, el 10 de marzo de 2022, Miguel Villarroel (30 años), luego de que visitara el mural que fue pintado para recordar a Aníbal, fue asesinado a pocas cuadras de donde su hermano recibió el disparo de Muñoz. Dos sujetos desconocidos que no intentaron robarle nada, lo apuñalaron en el abdomen y huyeron, por lo que su familia cree que pudo tratarse de «sicarios»; Miguel estaba participando activamente en las acciones que buscaban visibilizar el caso de su hermano.

Las asistentes a la conferencia de prensa explicaron que los hostigamientos comenzaron hace un par de años, pero que se han intensificado estas últimas semanas, después de que los tribunales de justicia se negaran a cerrar sin culpables el caso de Aníbal.

Chary Pizarro, representante de la Asamblea de pobladores de La Victoria, indicó que «Hace un par de año hubo, por redes sociales, unos panfletos que pertenecían a un grupo ‘Patriota’, que eran los mismos que amenazaban a la fiscal Ximena Chong; también con volantes que fueron dejados en las casas de las personas amenazadas».

Añadió que, ahora, «han sido seguimientos a compañeros de la Asamblea; grabaciones desde autos, instalación de vehículos sin patente o que las patentes no coinciden con el auto o que corresponden a uniformados». Además, informó que los llamados telefónicos son desde centrales privadas, «donde uno no puede devolver la llamada». Pizarro relató que el último hecho es el robo de un vehículo de una de las personas amenazadas, desde su casa, y que después hubo una llamada telefónica en que los supuestos autores del hurto confirmaron que habían concretado sus advertencias.

La vocera sostuvo que las amenazas provienen de un grupo auto-identificado como “Comando Trizano en la Ciudad”, los cuales dicen defender a Carabineros por ser “patriotas” y porque siguen la senda de “Patria y Libertad”. Pizarro recordó que esa organización paramilitar actúa en el Wallmapu, y que hace algunos años ofreció un listado de werkenes y lonkos, militantes de la causa mapuche, a quienes amenazaba con colocarles dinamita en sus cintos.

Agregó que el abogado Nicolás Toro presentará un requerimiento para que la justicia investigue la procedencia de estos ataques.

Cristian Reyes, párroco de La Victoria, explicó que “En el contexto de la aplicación de la Ley Naín-Retamal, se intentó nuevamente cerrar el caso, instalar la impunidad, lograr el sobreseimiento del oficial que asesinó a Aníbal Villarroel. Ya ha habido varios intentos por cerrar este caso; ha sido un proceso largo y doloroso, y la familia y quienes hemos tenido el honor de acompañarle hemos logrado que se mantenga en alto esta lucha de justicia, y afortunadamente la Corte no aceptó el sobreseimiento ni la aplicación de la Ley Naín-Retamal –ustedes saben que es retroactiva-«.

«Y, a los pocos días de que rechazó el cierre del caso, aparecieron cartas de amenazas [foto abajo] en algunos espacios comunitarios de nuestra población, dirigidas al entorno más cercano que ha estado acompañando el proceso de justicia para Aníbal Villarroel. Y es en ese contexto que, junto a las organizaciones sociales, quisimos dar a conocer esta situación dolorosa, porque lo que buscan es amedrentarnos, y eso es lo que no queremos, porque tenemos la certeza de que una injusticia cometida contra una sola persona, es una amenaza para toda nuestra población”, sentenció Reyes.

«La organización destruye cualquier amenaza»

Belén, prima de los hermanos Villarroel, señaló:

“De parte de la familia, creemos que tenemos que estar más unidos que nunca; que pueden llegar mil cartas… Pero yo creo que la unión no solo es territorial, a nivel de población, sino que a nivel nacional, porque esas amenazas que nosotros recibimos, las reciben muchas personas, porque necesitan callar la injusticia, necesitan cegar al pueblo con mentiras, y, cómo lo hacen, a través del miedo. [Pero], no caer en el miedo, apoyarnos, difundir siempre estas situaciones, porque no tenemos porqué callarnos, no tenemos porqué escondernos cuando la injusticia, la muerte de manera injusta nos toca».

«No podemos ser un número más, porque si para el Estado somos un número más, entre nosotros somos personas, tenemos un nombre, un apellido, manejamos un precedente en nuestro entorno, y eso lo tenemos que remarcar nosotros, y cómo lo hacemos, a través de la unión, porque si todos nos unimos somos más que todos estos comandos, que estas personas particulares o quizás de organismos del Estado; al unirnos somos muchos más, pero todo depende de cómo nos unimos, y cómo nos enfrentamos a estas situaciones que no corresponden; si al final la unión hace la fuerza, y la organización destruye cualquier amenaza, cualquier riesgo”, afirmó Belén.

Finalmente, Chary Pizarro, efectuó algunas reflexiones:

“Nosotros acá estamos viviendo, nuevamente -porque nunca ha terminado-, la tortura, la desaparición, volvimos a ver violaciones a los derechos humanos, violaciones a jóvenes; tenemos a jóvenes en las cárceles, tenemos a jóvenes que, aun pudiendo salir en libertad, se les aplica esta ley Naín-Retamal, y van a volver [a prisión}, y tenemos a pacos que están saliendo libres; por esta ley le están dando impunidad a aquellos que participaron en torturas, en violaciones a los derechos humanos. Son ellos quienes instalan la violencia y la desigualdad.”

Pobladoras de La Victoria junto a familiares de hermanos Villarroel Rojas y al párroco Cristian Reyes.

«No vamos a parar”

La vocera de la Asamblea de pobladoras manifestó que “Lo más importante es tenernos los unos a los otros, es tener a nuestras familias bien, resguardarnos entre nosotros, tomar ciertas medidas de seguridad; pero el miedo claramente va a estar, porque tienen las armas, tienen los medios, tienen la ‘inteligencia’, tienen también la impunidad jurídica».

«Frente a todo este aparataje estatal, esto no es casual; nunca ha sido casual la represión hacia la población La Victoria ni en ningún otro territorio hermano. Esto corresponde a una política de adiestrar a estas policías bajo el ‘enemigo interno’, que es todo aquel que se opone a lo que el Estado está haciendo, y en estos momentos tenemos a un Estado que instala la impunidad e instala la represión, por lo tanto, somos enemigos aquellos que buscamos la justicia, la libertad y la verdad, y, como somos enemigos, qué hace la policía, te aniquila, sicológicamente, emocionalmente, físicamente, va carcomiendo, va instalando la desconfianza entre nosotros, para que alguien diga, ‘oh, por algo les pasará también’. Entonces, frente a eso, es muy importante dar esta respuesta unidos, y una respuesta potente y muy fuerte.”

“El miedo nos paraliza, pero no más que un día, porque la rabia que sentimos frente a la injusticia, nos mueve día a día para hacer la olla común, para ir a las cárceles a visitar a los compañeros, pero también para luchar por nuestros derechos.

«Aquí tenemos a Aníbal y Miguel Villarroel, a Francisca Sandoval, tenemos a muchos compañeros asesinados acá en la población La Victoria; tenemos muchas razones porqué movilizarnos y seguir adelante”.

“Hoy día, el que mató a Aníbal Villarroel no va a quedar impune, y no vamos a descansar, hemos ido a audiencias, hemos hecho mitines, hemos ido a la Fiscalía; no puede un teniente -que es una persona que tiene preparación para matar- no tener responsabilidad frente a un joven que no estaba armado; por eso no vamos a parar”, remarcó Pizarro.

El Ciudadano

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