La subida de cereales, aceites vegetales y azúcar impulsó los precios mundiales de los alimentos en enero pasado a un nivel sin precedentes en siete años, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
«El índice de precios de los alimentos de la FAO, que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de los productos alimenticios más comercializados, registró en su publicación de hoy un promedio de 113,3 puntos en enero, es decir, un 4,3 % más que en diciembre de 2020, con lo que alcanzó su nivel más elevado desde julio de 2014», publicó la organización.
Enero fue el octavo mes consecutivo al alza, según la FAO.
La subida fue especialmente marcada en el renglón de los cereales (7,1 por ciento), en primer término, el maíz que ahora vale un 11,2 por ciento más que en diciembre y está un 42,3 por ciento por encima de enero de 2020.
La FAO atribuye este encarecimiento a «una oferta mundial cada vez más limitada ante las compras cuantiosas por parte de China y las estimaciones inferiores a las previstas anteriormente para la producción y las existencias en los Estados Unidos, así como la suspensión temporal de los registros de exportaciones de maíz en la Argentina».
También el trigo subió un 6,8 por ciento, impulsado por «la fuerte demanda mundial y las expectativas de reducción de las ventas de la Federación de Rusia cuando sus derechos de exportación de trigo se dupliquen en marzo de 2021».
Los aceites vegetales subieron un 5,8 por ciento en un mes, hasta su nivel más elevado desde mayo de 2012.
El precio del azúcar se incrementó en un 8,1 por ciento en enero, entre otras cosas debido al empeoramiento de las previsiones de cosechas en la Federación de Rusia, Tailandia y la Unión Europea, unas condiciones meteorológicas más secas de lo normal en América del Sur, la subida del petróleo crudo y la apreciación del real brasileño, según la FAO.
Fuente: Sputnik
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