La Federación Internacional de Balonmano (IHF, por sus siglas en inglés)ha cambiado sus normas sobre los uniformes femeninos en la modalidad de playa, permitiendo el uso de «una camiseta sin mangas ajustada al cuerpo y pantalones cortos ajustados» en lugar de bikinis y ‘tops’, reza la última edición de las reglas de la organización.
Por su parte, los jugadores hombres pueden seguir llevando pantalones cortos normales hasta 10 centímetros por encima de la rodilla «si no son demasiado holgados».
Según The Guardian, la federación editó la normativa el pasado octubre sin anunciarlo oficialmente, a raíz de una petición de la activista Talitha Stone, que fue firmada por más de 61.000 personas. Además, los ministros de Deporte de cinco países europeos —Dinamarca, Noruega, Suecia, Islandia y Finlandia— escribieron una carta conjunta a la IHF en la que instaban a actualizar las arcaicas reglas de vestimenta «no solo para dar cabida a las actuales deportistas femeninas, sino también para apoyar y animar a todos los atletas, independientemente de su sexo o procedencia, a seguir practicando deporte».
La polémica sobre los uniformes de las selecciones femeninas de balonmano playa surgió el pasado julio luego de que las atletas noruegas se negaran a llevar bikinis en el Campeonato de Europa: el equipo salió al campo con pantalones cortos, ya que el uniforme estándar se consideró demasiado incómodo.
Por infringir las Regulaciones de Vestimenta de Atletas, definidas por la IHF, el equipo recibió una multa de 1.500 euros (aproximadamente 1.760 dólares), 176 dólares por jugadora. La cantante estadounidense Pink se ofreció a pagarla, señalando que que estaba orgullosa de que «protestaran contra reglas tan sexistas». Finalmente, la sanción fue pagada por la Federación de Balonmano de Noruega, que había presentado previamente una queja contra la regla.
Cortesía de RT
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