La fiscal general de Ecuador, Diana Salazar, dijo que mientras los procesados por corrupción sigan en el poder será muy difícil que la justicia haga su trabajo con celeridad y transparencia.
«Mientras los procesados sigan en el poder será muy difícil que la justicia haga su trabajo con celeridad y transparencia», escribió la fiscal general de Ecuador, Diana Salazar, en su cuenta de Twitter.
Aunque sin especificar nombres, dijo además que ve con preocupación cómo algunas personas continúan gozando del respaldo de quienes les deben favores.
«No cuenten conmigo para torcer la Justicia, yo no le debo favores a nadie», puntualizó la funcionaria.
Agregó que ningún procesado debe gozar de privilegios, en ninguna circunstancia, peor si es por cobrar favores que se hicieron con dineros del pueblo ecuatoriano.
Al momento, el contralor general de Ecuador, Pablo Celi, está procesado por el presunto delito de delincuencia organizada, pero mantiene su condición de funcionario público.
Celi tiene prisión preventiva, pero desde el 9 de junio se encuentra en un hospital público, tras ser diagnosticado con COVID-19.
Según la Fiscalía, Celi autorizó el desvanecimiento de glosas por alrededor de 13 millones de dólares a favor de una empresa proveedora de la estatal Petroecuador, a cambio de sobornos.
El 14 de junio finalizó una licencia sin sueldo por 60 días que solicitó el funcionario tras su detención.El 12 de junio, la defensa de Celi presentó ante la Contraloría General del Estado una solicitud de licencia por enfermedad.
La institución aprobó dicha petición.
Cortesía de Sputnik
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