Flora Tristán, precursora del feminismo socialista

“… El nivel de civilización a que han llegado diversas sociedades humanas está en proporción a la independencia que gozan las mujeres…», escribe Flora Tristán, precursora del feminismo, quien con mente lúcida y adelantándose a su época reclamó la participación de la mujer en todos los niveles e instancias a fin de lograr su liberación […]

Flora Tristán, precursora del feminismo socialista

Autor: Wari

“… El nivel de civilización a que han llegado diversas sociedades humanas está en proporción a la independencia que gozan las mujeres…», escribe Flora Tristán, precursora del feminismo, quien con mente lúcida y adelantándose a su época reclamó la participación de la mujer en todos los niveles e instancias a fin de lograr su liberación e igualdad.

Flora Celestine Therese Henrriete Tristán Moscoso nació el 7 de abril de 1803 en París. Su padre fue el aristócrata peruano Mariano Tristán Moscoso y su madre, Therese Laine.

Su padre era coronel de la armada española y su madre había emigrado a España durante la Revolución Francesa. Él murió cuando Flora tenía apenas cuatro años, y aunque sus padres se habían casado legítimamente por la Iglesia, el estado francés revolucionario desconocería esta unión y decretaría a la viuda y a los dos hijos del coronel.

Ante las circunstancias sus bienes y sus derechos les fueron negados. En los primeros años de vida y antes de que su padre muriera, no se vio privada de nada y creció en un hogar que siempre estaba concurrido por visitas del nivel de Simón Bolívar, visitas que ocasionaron rumores malintencionados.

Cuando muere el coronel abruptamente, todo cambió para Flora y empiezan las penurias económicas, pues se pierde el contacto con la parentela peruana y por lo tanto el envío de dinero se ve interrumpido. La madre no pierde la esparanza del obtener el patrimonio de Perú, y trató por todos los medios de darles a sus hijos una educación digna.

No obstante, las dificultades económicas fueron tales que en 1820, Flora ya convertida en una bella muchacha entra a trabajar como obrera en un taller de litografía. Su dueño era André Chazal, quien se enamora de ella. Un año después se casó con él  y tuvo tres hijos entre los que estaba la madre del pintor Gauguin.

En 1826, Flora decide acabar con la farza de un matrimonio sin amor, en el cual sufría maltratos de todo tipo. Se inicia entonces una lucha legal por la custodia de los hijos que duraría 12 años.

Es para este momento, que las vivencias amargas acumuladas, la vida de carencias, el contacto con las obreras, el experimentar la explotación, y luego el fracaso de su matrimonio despiertan en ella un pensamiento y una actitud revolucionaria que ya no la abandonaría nunca más, lo que la convierte en una de las precursoras del movimiento feminista que ha luchado a lo largo de los años por los derechos de las mujeres.

Viaja por varios países donde realiza trabajos de toda clase, y es cuando empieza a tomar conciencia de lo que ella misma llamaría una condición de paria. Los obstáculos que enfrenta por el divorcio y por buscar su independencia sin querer renunciar a sus hijos fueron tanto legales como sociales, y además de esto, tuvo que aprender a pensar diferente y revelarse contra una posición de la mujer totalmente sumisa y explotada.

Es así como se pone en contacto con las organizaciones obreras inglesas, y empieza su labor de consientización de una problemática. En 1833, logra viajar al Perú donde la familia le cierra las puertas y no le otorga su herencia. Uno de sus tíos se apiada de ella y le envía una modesta pensión anual.

Estando en Perú, Flora conversa y arenga a las mujeres de Lima y de Arequipa para que busquen la liberación de la mujer, y para que luchen por sus derechos, lo que por supuesto escandaliza a todo el Perú.

Regresa a Europa y termina de reafirmar sus ideales igualitarios radicales. Es este viaje lo que la inspira a escribir el texto Peregrinaciones de una paria, donde expone la situación opresora en la que vive la mujer. Ya en Europa recorre las universidades exponiendo su forma de ver las cosas y denunciando las grandes injusticias que soporta una mujer.

Por esta época, lee ideolgía socialista y encuentra en ella un respaldo para lo que ella estaba proponiendo, y apela directamente a lso obreros para buscar grupos que la apoyaran, en tanto ellos están luchando por un mundo más equitativo y más justo, y lógicamente para Flora esta igualdad debía contemplara a la mujer.

Se dedicó a escribir para expresar su pensamiento revolucionario, y en 1835 publica su primer texto llamado La situación de las mujeres extranjeras pobres en Francia, tomando como punto de partida su propia experiencia. Luego, en 1837 saca su segundo libro, el cual es a favor del divorcio. Chazal su exmarido ofendido intenta asesinarla ante la publicación del libro, por lo que fue condenado pero a los pocos años liberado.

Su tercer libro ya mencionado fue Peregrinaciones de una paria, el cual es dedicado a los peruanos y firmado por «vuestra amiga y compatriota». Todos estos libros fueron ampliamente reconocidos en París, donde  publicó su novela Menphis o el Proletario, texto que la puso junto a escritoras del nivel de George Sand.

En 1839, publica unas traducciones de varias cartas del Libertador Simón Bolívar, y en 1840 escribe Paseos por Londres donde expone abiertamente su posicisión socialista al problematizar y cuestionar la sociedad capitalista inglesa.

Flora Tristán no sólo se limitó a luchar por los derechos de la mujer, o por los derechos de los obreros, las causas más radicales de la época, sino que también se opuso a la esclavitud, al oscurecimiento religioso y a la pena de muerte.

Después, en 1842, escribe La Unión Obrera y La Emancipación de la Mujer, la cual se mantiene sin publicar hasta 1846. En este momento, sale de gira por toda Francia con el objetivo de formar la Unión Obrera, y con la experiencia de las Trade Unions inglesas, aunque con una visión más internacional y socialista.

En 1844, Flora adquiere tifoidea y muere en este año sin haber dejado su activismo político y social. Su influencia con los grupos obreros fue tal que ellos no olvidaron sus ideales o sus luchas, y en 1848 le dedicaron un monumento que colocaron en su tumba, y organizaron una marcha de más de ocho mil personas en honor a sus ideales.

Fuentes: www.flora.org.pe/www.solonosotras.com

Texto de Mario Vargas Llosa sobre Flora Tristán


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