El extractivismo y las catástrofes
Las actividades vinculadas a industrias extractivistas, como las plantaciones forestales, la minería y la construcción inmobiliaria sobre en humedales, empeoran los factores catastróficos al alterar drásticamente los ecosistemas naturales y su capacidad para mitigar desastres naturales.
Diversos estudios e investigaciones, muestran que las plantaciones forestales industriales de monocultivos de especies exóticas, como el pino y eucaliptus, provocan una erosión severa y la pérdida de suelos, además de aumentar la sedimentación en cuerpos de aguas, lo que afecta negativamente la calidad del agua y la biodiversidad. Este deterioro del suelo y las aguas, se ve exacerbado por prácticas de tala intensiva y la construcción de una vasta red de caminos, que no permiten la recuperación del ecosistema, aumentando así la vulnerabilidad a desastres naturales como inundaciones y avalanchas de barro.
Asimismo, los relaves mineros presentan un riesgo significativo de fallo catastrófico, especialmente en el contexto del cambio climático y las precipitaciones intensas, como evidenciado en numerosos estudios y desastres recientes que han ocurrido en zonas del norte del país y en Valparaíso.
La construcción en humedales, por otro lado, reduce la capacidad de estos ecosistemas para absorber y retener el agua de las lluvias, exacerbando las inundaciones urbanas. La combinación de estos factores demuestra que las actividades extractivistas no solo degradan el medio ambiente, sino que también amplifican los riesgos y la severidad de los desastres naturales, subrayando la necesidad urgente de regulaciones estrictas y medidas de restauración ambiental, especialmente, frente a los embates del calentamiento global que progresivamente se hacen sentir en los últimos años.
¿Qué dicen desde la ciencia y la experticia académica?
Las plantaciones forestales en Chile están causando una erosión severa, pérdida de suelo y relleno con sedimentos en lagos, según Cecilia Smith-Ramírez y Ana Abarzúa, académicas de la Universidad Austral de Chile y la Universidad de Los Lagos, respectivamente. La erosión es exacerbada por la corta duración de los ciclos de cosecha, lo que impide la recuperación del suelo, y por prácticas de tala intensiva , resalta una publicación titulada: “Plantaciones forestales causan erosión, pérdida de suelo y relleno con sedimentos arrastrados en lagos de Chile”, destacada en el portal Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) .
De acuerdo a esto, investigaciones lideradas por la Universidad de Concepción han revelado que las tasas de erosión en plantaciones comerciales son cuatro veces mayores que en bosques nativos. Estas pérdidas de suelo se agravan con lluvias torrenciales, lo que refleja la creciente impredecibilidad climática .
De acuerdo a la publicación, un estudio en la cuenca del lago Lanalhue, coordinado por la Universidad Austral de Chile y otras instituciones, mostró una drástica acumulación de sedimentos debido a la silvicultura industrial. Este estudio destaca la urgencia de restaurar el suelo con especies nativas para evitar más erosión y sedimentación del lago.
La deforestación y la quema han aumentado significativamente la erosión en la cuenca del Lanalhue. Las avalanchas de barro resultantes han afectado a las comunidades mapuche, que han solicitado repetidamente la restauración de los menokos (humedales) con especies nativas, consigna la investigación .
Investigaciones en el lago Vichuquén y la Laguna Matanzas, lideradas por la Universidad Católica y el Instituto de Ecología y Biodiversidad, han encontrado que el reemplazo de bosques nativos por plantaciones de pino y eucalipto desde 1950 ha causado un aumento significativo en el nitrógeno, deteriorando la calidad del agua y convirtiendo estos lagos en sistemas eutróficos .
Los estudios han revelado también restos de carbón en los sedimentos de los lagos desde 1980, evidenciando el uso de fuego para eliminar bosques nativos. Empresas como Arauco, Masisa y Terranova SA han sido responsables de estos reemplazos, probablemente subsidiadas por el Estado, consigna la publicación: “Plantaciones forestales causan erosión, pérdida de suelo y relleno con sedimentos arrastrados en lagos de Chile”.
Estas investigaciones subrayan la necesidad de una regulación estricta de la industria forestal por parte del Sistema Nacional de Evaluación Ambiental, indicándose que es crucial restaurar áreas con especies nativas y regular prácticas como la tala rasa y la creación de caminos.
En Valdivia, un reciente estudio publicado en Earth Future, con la participación de Olga Barbosa del Instituto de Ecología y Biodiversidad, destaca la importancia de los humedales urbanos para mitigar las inundaciones. La pérdida de humedales y el aumento de las tormentas intensas están agravando las inundaciones en el sistema de drenaje urbano de la ciudad, destaca una reciente publicación de CODEX VERDE, titulada: “Estudio demuestra estrecha relación entre humedales e inundaciones en Valdivia”.
El estudio estima que la reducción de humedales disminuye su capacidad de infiltración, exacerbando el riesgo de inundaciones. Se destaca la necesidad de conservar y restaurar humedales naturales o incluso construir humedales artificiales para manejar mejor el agua de lluvia .
Modelos climáticos utilizados en el estudio indican que para el año 2080, aunque las precipitaciones totales disminuirán, la intensidad de eventos extremos aumentará. Esto subraya la importancia de los humedales en la regulación del agua durante las tormentas .
Una publicación en el Desconcierto, titulada: “Suelos erosionados: El problema detrás de las inundaciones y también de la sequía en Chile”, de este 17 de junio de 2024 da cuenta que el trabajo de Escenarios Hídricos, “como el de muchos otros estudios académicos del país, concluyó que restaurar la capacidad de infiltración de los suelos y ecosistemas hídricos es la medida más rápida, de bajo costo, eficiente y beneficiosa para la naturaleza ante la sequía”, consigna el medio.
En cuanto a los relaves mineros, Iván Ojeda Pereira, investigador del Centro Lithium de la Universidad Católica del Norte, en publicación del 18 de junio de 2024, en el diario El Mostrador, columna titulada: “Cuidado con los cerros: lluvias, desastres y relaves mineros”, ha advertido sobre los riesgos que presentan estas infraestructuras bajo condiciones de cambio climático. Las fallas en depósitos de relaves, como las vistas en Brasil en 2015, pueden tener consecuencias devastadoras, y las recientes precipitacionesen han aumentado el temor en las comunidades cercanas a estos depósitos.
“Por redes sociales, he visto cómo se han difundido videos y fotografías en relación con el Tranque de Relaves de minera Las Cenizas. Se difunden videos en donde se ven pozas de agua o agua escurriendo desde los depósitos, con colores claramente no traslúcidos. También, se ha alertado sobre el temor de la comunidad en vivir cerca de un depósito de relave minero en el contexto de precipitaciones”, consigna la columna de Ojeda.
Ojeda Pereira subraya que cualquier desastre de relaves representa un fracaso de la fiscalización y la gestión ambiental. La falta de respuesta a las advertencias de científicos y comunidades ha llevado a una situación crítica que no solo se debe a las precipitaciones, sino también a la negligencia en la gestión de riesgos .
Estos estudios y advertencias muestran la urgente necesidad de una gestión ambiental más rigurosa y una planificación urbana sostenible para enfrentar los desafíos del cambio climático y prevenir desastres futuros en Chile, lo que sigue al debe desde las políticas públicas.