La Fundación SOL reveló este viernes que el promedio de la clase trabajadora de Chile, en una jornada laboral de ocho horas, solo tres son para generar su propio salario, mientras que las cinco horas restantes trabajadas, quedan completamente a los empresarios.
En el estudio, titulado Tiempo Robado: Pobreza de tiempo, productividad y acumulación capitalista; la Fundación SOL hace referencia al proyecto de 40 horas, que se encuentran próximo a ser votado en el Congreso.
«La discusión sobre jornada laboral permite visibilizar el trabajo como punto central dentro
del contexto de la producción capitalista. En esta arena, capital y trabajo se relacionan en
un terreno de asimetrías de poder, de conflicto entre clase», refiere el informe, publicado en su página web.
En este sentido, la instancia señala que la clase trabajadora, además de financiar su propio trabajo, se encarga de «las ganancias para el capital»
TE INTERESA LEER: Fundación Sol: AFPs acumularon ganancias diarias por más de $1.290 millones durante primer semestre
«En esta relación desigual se observa que, de una jornada laboral de 8 horas, 3 horas de trabajo
están destinadas al salario y 5 para las ganancias del Capital. Si se tiene en cuenta la rotación del capital, las cifras son de 7 horas para el empresario y solo una para el trabajador, evidenciando que la clase asalariada puede trabajar sin jefe, pero el jefe no puede obtener ganancias sin las y los trabajadores», señala.
De igual forma, revela los bajos ingresos que no permiten a la clase trabajadora, no condice con la riqueza que produce.
Esto, debido a que la última Encuesta Suplementaria de Ingresos del INE (2021), reveló que la mitad de los trabajadores reciben ingresos líquidos de $458.000 o menos.
TE INTERESA LEER: Estudio de Fundación Sol reveló que 50% de los trabajadores ganan menos de $458.000: «En Chile se registra un considerable atraso salarial»
«Pero los bajos salarios son esperables en el marco de un modo de producción capitalista y en especial ahí donde no existen sindicatos fuertes que contrarresten el poder empresarial», indican desde la Fundación SOL.
«Esa ha sido precisamente la tónica de Chile en las últimas décadas donde no más de un 10% de las personas asalariadas negocian un contrato colectivo de trabajo. Este mínimo porcentaje se obtiene a través de un sistema de relaciones laborales impuesto en dictadura y mínimamente reformado en los últimos 40 años que ha perpetuado una de las formas más débiles de negociar a nivel comparado: la negociación colectiva totalmente descentralizada basada en miles de acuerdos entre pequeños sindicatos que compiten entre sí. La negociación colectiva por sector o rama de actividad económica – instrumento fundamental que tiene la clase trabajadora mundial para distribuir los ingresos – ha sido permanentemente eludida por las diferentes coaliciones de gobierno en el pasado», añade el texto.
Al respecto, Fundación SOL señala que, pese al aumento de la productividad den el país en los últimos 10 años, en materia salarial aún no se registra un aumento para la clase trabajadora.
«Esto se debe a que el excedente del aumento de producción ha ido, principalmente, a incrementar el capital de la élite mercantil en desmedro de los y las trabajadoras. La distribución de la riqueza, el poder y el tiempo es un conflicto político que obliga a repensar las batallas por el bienestar en la etapa contemporánea del Capitalismo. Los y las trabajadoras solo disponen de su fuerza de trabajo en un escenario en el cual la depredación del Capital acapara todas las porciones de la vida y las
utiliza para su acumulación», recalca el informe.
Recalcan que, todos los ingresos de los trabajadores son insuficientes para sostener un hogar «por lo que es posible que personas empobrecidas, al tener una mayor disponibilidad de tiempo, busquen actividades para complementar ingresos».
Por esta razón, desde la Fundación SOL, se solicitan políticas públicas que impacten en el empleo.
«Robustecer el empleo y salarios en Chile es central para avanzar en políticas de conciliación real con la centralidad en la reproducción ampliada de la sociedad», concluye.