La ultraderecha chilena fortalecida en el gobierno de Gabriel Boric
El medio Folha de São Paulo, filtró la postura del gobierno de Lula respecto a Boric tras su paso en el encuentro de presidentes de Sudamérica en Brasil: «Según la percepción de los miembros del gobierno, Boric se convirtió en aquello que Lula debe evitar a toda costa: un líder que no comprendió el contexto de su victoria, las limitaciones de su poder y permitió que la derecha, en poco tiempo, volviera a dominar la agenda del país.»
Inna Afinogenova y Pablo Iglesias debatieron en profundidad sobre este episodio en el programa: “La Base de Canal Red”, quienes se preguntan ¿Qué pasa cuando, en busca de la transversalidad, asumes los discursos de la derecha?, cuyos contenidos del video se comparten al final del siguiente artículo.
Sin embargo, más allá de la opinión mediática sobre los hechos coyunturales en Brasil, vale incursionar algunas claves de los últimos años que se relacionan desde la desvinculación con bases sociales que le permitieron llegar al poder, deficiencias comunicacionales, reacciones extemporáneas, sumisiones a agendas conservadoras, y lo que es más preocupante, desde el llamado “Acuerdo por la Paz”, luego “Acuerdo Por Chile” y el actual proceso constituyente, la débil lectura del contexto social político, que ha pavimentado caminos a la ultra derecha, con un serio peligro para la democracia.
Recordar que Stephany Griffith-Jones, economista, asesora durante la campaña electoral presidencial de Gabriel Boric, afirmaba que: “Boric es lo que en Europa se llama socialdemócrata” y la gestión del gobierno en este año y tres meses, es que sí, es social demócrata con gestiones que se han inclinado bastante a la línea conservadora.
Algunos de estos hechos, que han sido parte de las críticas sociales y políticas, son las siguientes:
1.- Estallido social y proceso constituyente: En el marco de la crisis institucional y las masivas movilizaciones, los sectores partidistas, parte gruesa de la decadencia del país, salió con el llamado “Acuerdo por la paz”, el 15 de noviembre del 2019, mientras se violaban de forma generalizada derechos humanos por parte del gobierno de Sebastián Piñera.
“Firmamos acuerdo por nueva Constitución y la derecha pidió incluir paz. Pero la paz no se decreta en un papel, sino que se logra cuando la vida sea digna. Y hoy el Estado es responsable de una nueva vida que se pierde. Nuestro compromiso es con el pueblo, no con sus verdugos”, afirmaba así Boric.
Un acuerdo que se hizo a espalda de quienes se movilizaban y las bases de organización que cuestionaban la legitimidad de un modelo económico neoliberal. En la calle estaba el No + AFP, la salud pública, la educación, el medio ambiente, entre otras temáticas con urgencia social. Entendiendo que el escollo principal es la Constitución Política, sin embargo, las demandas sociales se encausaron en un incierto proceso. Boric, que hablaba del compromiso con el pueblo, no fue actor representante para que se estableciera un proceso de consulta a las organizaciones de base, ni siquiera a la Cut, cuyo proceso entró con voto voluntario, terminó con voto obligatorio y finalizó capturado por la ultra derecha chilena.
Siendo presidente, insistió, luego del fracaso del plebiscito de salida del 4 de septiembre del 2022, en dar continuidad al proceso constituyente en su versión 2.0, sin medir consecuencias, sin consultas a bases sociales, sin lectura del contexto social-político y nuevamente, bajo los criterios de la partidocracia dominante.
Como ya se sabe, la situación fue cada vez peor. Hoy, se debe elegir entre la Constitución de Pinochet o una nueva propuesta constituyente, donde la ultra derecha es mayoría.
2.- Deficiente política comunicacional: Hoy, el gobierno de Gabriel Boric, al parecer no ha sobrepesado ni dimensionado aún la fuerza del ejército digital de la ultra derecha y sus vínculos con el poder fáctico, aplicando el manual Bannon a vista y paciencia, con campañas conspirativas y fomento de fake news, tal como se hizo contra el proceso constituyente anterior e incluso, en buena parte, en las elecciones presidenciales, donde, es importante recalcar, una gran mayoría salió a votar por su opción, para que no saliera un neonazi como Kast.
Uno de los graves problemas del gobierno, es su deficiente y descoordinada política comunicacional, muchas veces desfasada, extemporánea, sin full center, y que se desarrolla en múltiples ocasiones a través de una agenda impuesta, desde la ultra derecha. Una de las pocas excepciones, fue la cuenta pública 2023, desde convertir en tendencia #PresentesPorChile por sobre las instalaciones de la ultra derecha e incluso, el resultado de su cuenta logró obtener una positiva evaluación en la opinión pública.
Sin embargo, es inconcebible que temas de agenda pública, recurrentes, ya sabidas, no exista capacidad de alertas tempranas ni de anticiparse. Un ejemplo, una vez más, es la captura de la agenda de seguridad y uno de los graves conflictos son las bandas criminales internacionales que ingresaron a Chile (durante el gobierno de Piñera), base de los sicariatos, tratas de personas y drogas y durante este último periodo, como nunca, se han desbaratado organizaciones criminales como los tentáculos del Tren de Aragua, sin embargo, la agenda sigue siendo capturada por sectores reaccionarios y no se visualiza un hilo conductor.
Mismo ejemplo en salud y la crisis epidemiológica viral respiratoria, ni decir en temas de leyes de excepción en la llamada macro zona sur, donde los cómplices de crímenes de lesa humanidad, político-empresarial, terminan imponiendo su agenda por enésima vez, incluyendo al diputado Mellado y sus filtraciones de audio a medios de reuniones secretas con el presidente en materias de “seguridad”, sobre una región como la Araucanía, donde prima el racismo y existe un debacle gubernamental, con absolutas descoordinaciones y falta de liderazgo, capturado por grupos políticos ex concertacionistas en primera línea, donde, en medio de un amplio vacío, se sigue ampliando el reinado de grupos conservadores político empresariales y latifundio colonial.
3.- Las agendas públicas: Se destacan logros, en este caso, a modo de ejemplo: Acuerdo de Escazú; las 40 horas en derechos de trabajadores; la ley de cuello y corbata en materia de delitos económicos y ambientales; gratuidad total en las atenciones de salud; sueldo mínimo procesual a 500 mil pesos; el cierre de la refinería de Enap en Quintero Puchuncaví, Royalty Minero para financiar regiones, mayor control a la sobreproducción salmonera, entre otros.
Sin embargo, el gobierno, gratuitamente a entregado mayor poder al interés transnacional y pérdida de soberanía de Chile, como el Tratado Transpacífico TPP, lo que no hizo Bachelet ni Piñera, lo hizo Boric, quizás, como “gesto” para abrirse a otras negociaciones como la Reforma Tributaria, con un fracaso de proporciones en el primer intento de legislar, con una importante responsabilidad desde el oficialismo y una medición de fuerza con quienes pretenden el status quo a favor de los intereses de los principales grupos económicos.
El gobierno de Boric, se ha sometido a una serie de agendas provenientes de los sectores más reaccionarios del país:
- Ley Naín Retamal, mayor impunidad a los abusos y arbitrariedades de agentes del Estado.
- Ley Biodiversidad y Áreas Protegidas, con luz verde a la expansión de la industria salmonera y otras industrias extractivas en parques nacionales, en medio de chantajes de la gran industria.
- Boric en el marco de los mega incendios forestales, prometió una mesa para regular el modelo. Aún no hay nada.
- Política del litio sin consulta indígena y negociando con los intereses del yerno de Pinochet en Soquimich.
- Aparte de Enap en Quintero Puchuncaví, las empresas de corporaciones privadas y sus industrias contaminantes siguen impunes.
- Continuación de Acuerdos comerciales a favor de grandes grupos económicos, a espalda de los pueblos y sin aperturas a productores campesinos comunitarios.
- Agendas industriales extractivistas contrarias a la auto denominación de “gobierno ecologista”, como haber aprobado el proyecto minero Los Bronces, posiciones timoratas frente a los intentos expansionistas de la industria salmonera en áreas patrimoniales de Chile, como parques nacionales; o, la política de hidrógeno verde, donde el gobierno asumió un continuismo, entre otras materias.
De acuerdo a lo planteado desde el propio Boric y sectores aledaños, se ha promovido una agenda centrada en la construcción de acuerdos y la búsqueda de consensos en temas clave. Algunos críticos argumentan que esto ha llevado a compromisos y concesiones que benefician a la derecha. Sin embargo, esta postura también ha sido respaldada por defensores que ven en estos acercamientos una estrategia necesaria, considerando la composición de los bloques políticos en el Congreso de la República.
Sin embargo, es indudable que el gobierno de Gabriel Boric, en medio de sus intentos por mostrar esa “gobernabilidad”, se ha alejado cada vez más de las bases sociales que le dieron su apoyo para que no saliera el representante del neofascismo chileno, Kast.
-La Coordinadora No+AFP convocó para el próximo 23 de julio a una movilización ante la decisión del Gobierno de renunciar al proyecto de reforma previsional que presentó en noviembre pasado, y mantener el sistema de AFP.
-Dirigentas y dirigentes comunales, territoriales y regionales en la Asamblea Nacional Ordinaria del Magisterio, definen el camino que los docentes quieren tomar ante las constantes evasivas del Gobierno para avanzar en términos concretos sobre las demandas contenidas en el Petitorio del Gremio Docente, presentado en el año 2022 al Ministro de Educación, Marco Antonio Ávila. Pliego de demandas en las que 8 son urgentes: Reparación de la Deuda Histórica, Pago del Bono de Retiro, Pago de Mención a las Profesores y Profesoras Educadoras Diferenciales, Reforma a la Jornada Escolar Completa, Pago del Bono de Retiro después de junio del 2024, Terminar con la Doble Evaluación Docente, Terminar con el Agobio Laboral y realizar el Congreso Curricular.
-Diversas expresiones del movimiento ambiental en Chile, cuestiona la denominación de “ecologista” del gobierno y siente una continuidad en políticas a favor del extractivismo, en medio de una profunda crisis climática y ecológica.
– Punto aparte es en materia de pueblos indígenas, donde no se visibilizan cambios importantes a favor de derechos, sino una continuidad de políticas sociales y que, en el caso mapuche, sigue el dominio de la militarización y criminalización en los territorios.
-El dirigente de la Unidad Popular, Miguel Lawner, criticó al presidente Gabriel Boric por sus cuestionamientos a la figura y legado del exmandatario Salvador Allende, quien, entrevistado por el noticiero central de Chile Visión respecto a los 50 años del Golpe militar, declaró: “Se habla mucho de la Unidad Popular y yo creo que es un período a revisar. Y desde la izquierda tenemos que ser capaces de analizarlo con mucho mayor detalle y no sólo desde una perspectiva mítica”.
“Lo lamento en el alma, pero no puedo callar ante el agravio cometido contra la memoria histórica. El aprecio de Salvador Allende es universal y está muy lejos, lejísimo, de corresponder a un mero mito, generado por pagar con su propia vida, la lealtad a la institucionalidad democrática”, señaló Miguel Lawner en 360 noticias.
El Frente Amplio, que luego del fin del sistema binominal en Chile, en este gobierno, no se alzó como una tercera fuerza política, a poco andar, ha terminado siendo una concertación 2.0.
Ya pasó el tiempo inicial del gobierno de Boric donde llamaba la atención de las agencias de sus tatuajes, de su juventud, de un llamativo “liderazgo” o de ser destacado como uno de los 100 líderes mundiales por Time. En las elecciones constituyentes de mayo de este 2023, las agencias internacionales destacaron que la “Ultra derecha arrasó en Chile” y si no se asumen cambios consistentes, Gabriel Boric no solamente será responsable del fracaso constituyente, sino de entregar en bandeja la sucesión de su gobierno a uno neofascista.
Ver “La Base de Canal Red”, con Inna Afinogenova y Pablo Iglesias
Lula (Inna Afinogenova) Vs Boric (Pablo Iglesias)
Por Alfredo Seguel