El mundial de Fútbol Qatar 2022, un evento que desde sus inicios está marcado por violación de derechos humanos con la complicidad de la FIFA
Uno de los casos de grave violación a los DDHH, es que habrían muerto 6.500 trabajadores desde 2010, cuando Qatar fue elegido sede del Mundial 2022, en condiciones de explotación o formas modernas de esclavitud a obreros migrantes.
El director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional, Steve Cockburn, ha declarado, ante la posición que ha adoptado el presidente de la FIFA, lo siguiente:
“Al ignorar las críticas legítimas en materia de derechos humanos, Gianni Infantino no sólo está dejando de lado el enorme precio que han pagado los trabajadores y trabajadoras migrantes para hacer posible este emblemático torneo, sino también la responsabilidad de la FIFA en ello. Las exigencias de igualdad, dignidad y compensación no pueden ser tratadas como una especie de guerra de culturas: son derechos humanos universales que la FIFA se ha comprometido a respetar en sus propios estatutos.
Agrega: “Sólo queda un resquicio de esperanza: que Infantino anuncie que la FIFA va a crear un fondo tras la Copa Mundial. Pero esto no puede ser una mera operación cosmética. Si la FIFA quiere salvar algo de este torneo, debe anunciar que va a invertir una parte importante de los 6.000 millones de dólares estadounidenses que la organización va a sacar del evento y a garantizar que este fondo se utiliza para indemnizar directamente a los trabajadores y trabajadoras y a sus familiares”.
Amnistía Internacional ante amenaza FIFA con sancionar a jugadores
Ante las amenazas de la FIFA de sancionar a los jugadores que planeaban lucir los brazaletes “One Love” para mostrar su apoyo a la comunidad LGBTI, Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“Las amenazas de última hora de sancionar a los jugadores que lleven mensajes de apoyo a los derechos humanos y la igualdad son el ejemplo más reciente de que la FIFA no respeta plenamente sus propios valores y obligaciones. El deporte no sucede fuera de la realidad, y estas son cuestiones sobre las cuales la FIFA debería dar ejemplo, no ejercer la represión”.
Hace tiempo que deberían haberse alcanzado acuerdos sobre los brazaletes y una mayor protección para la comunidad LGBTI.
Aplaudimos la valentía de los jugadores y equipos que han alzado la voz sobre los derechos humanos y esperamos que sigan haciéndolo. Aficionados, jugadores y asociaciones de fútbol pueden ser un vehículo para promover los derechos humanos, y la FIFA debe hacer caso a estos llamamientos cuanto antes. No sólo debe promover mensajes de igualdad sino además actuar proactivamente para garantizar la protección de las personas LGBTI.
Y no nos olvidemos de los trabajadores migrantes que hicieron posible este campeonato. Deben ser plenamente indemnizados por los abusos indescriptibles que sufrieron.”