El Ministerio del Trabajo, encabezado por Javiera Blanco, giró en sus propuestas respecto de la construcción de una nueva reforma laboral. Así al menos se evidenció en el seminario organizado por la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, donde se habrían dado “guiños” al empresariado.
En la oportunidad, la secretaria de Estado reconoció que no se está pensando en un sindicato único, tampoco en incorporar la sindicalización automática y precisó que no se incluirá indemnización por años de servicio. Aspectos que generaron sorpresa y molestia en la Presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, quien expresó que con esto continúan las garantías injustificadas al sector empresarial.
“Aún hay una posibilidad de los beneficios por parte del empleador, lo que hemos rechazado tajantemente como central y nos preocupa que este tema vuelva a salir a la palestra, cuando había aspectos que ya habían sido discutidos”. “Es preocupante escuchar estas palabras porque lo que hacen es instalar una sombre de dudas sobre lo que, nosotros entendíamos, ya había sido abordado”, dijo la diregenta.
La Presidenta de la multigremial afirmó que se están cambiando las reglas del juego para los trabajadores desde las conversaciones sostenidas el pasado cuatro de octubre y que iban “en otra línea”. Por lo mismo, el equipo directivo mantiene reuniones para definir cómo enfrentará el giro.
Sin embargo, las precisiones de la Ministra no fueron suficientes para la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC). Fernando Alvear, gerente general del organismo, sostuvo que aún se requiere más detalle sobre la titularidad sindical, es decir si los beneficios que resulten de una negociación corresponden al trabajador o al sindicato.
La mañana de este jueves, la ministra Javiera Blanco se mostró molesta con el debate y sostuvo que la agenda está compuesta por nueve puntos y que éstos son los mismos de antes.
“Me llama mucho la atención que se lea algo que no ha estado nunca entre los puntos de la agenda laboral. La sindicalización automática, lo señalamos, es contraria a los criterios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sino que también la propia CUT y la CPC han señalado que debe primar la libertad sindical, por lo tanto este tema nunca estuvo en discusión”. “Todos los temas que hemos conversado son los mismos del primer día y, lo que no está, no ha estado nunca”.
La Ministra agregó que “no se trata de flexibilizar y endurecer” y que con esta reforma se busca fortalecer sindicalización y negociación colectiva, poner como centro al diálogo, empajar cancha, generar diálogo más simétrico y añadió que le parece imposible que algún actor se pueda restar de este proceso.
Pero este debate no sólo tensa la relación entre los actores propios de la negociación, sino que también produjo molestia al interior del cuerpo de trabajadores. Desde la salud municipalizada (Confusam), Esteban Maturana, cuestionó nuevamente a la actual conducción de la CUT.
“Para nosotros siempre fue muy marcada esta tendencia a coincidir en muchas opiniones con las nuevas autoridades por parte de la Central, y por lo tanto, para nosotros era difícil marcar la diferencia entre su condición de militante de un partido de la Nueva Mayoría y, a la vez, presidenta de la CUT”, afirmó Maturana en relación a Bárbara Figueroa: “Más bien parecía que privilegiaba su condición de militante por sobre otras cosas”.
La crítica pasa por desacuerdos con la estrategia con que se han abordado los diálogos con la autoridad, dado que los trabajadores no se sorprenden de este tipo de “cambios de último momento”, sostuvo Maturana. En ese sentido, la fuerza debió mostrarse en las calles, dijo y coincidió con lo que coincidió la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) y otros gremios críticos dentro y fuera de la CUT.