Durante la jornada de hoy, los integrantes de la comunidad LGBTQIA+ fueron testigos, una vez más, de los burdos argumentos de los parlamentarios de oposición al rechazar, junto a algunos votos disidentes, el proyecto que modifica la Ley Antidiscriminación, conocida popularmente como Ley Zamudio.
La moción que cuenta por el patrocinio del Ejecutivo, tiene como objetivo «fortalecer la prevención de la discriminación y promover y garantizar de mejor manera el principio de igualdad«.
Dentro de estas medidas, el proyecto crea el Consejo de Igualdad y No Discriminación Arbitraria, además, aumenta el listado de motivaciones que pueden sustentar la discriminación arbitraria y especifica procedimiento y sanciones, según detalló La Tercera.
Sin embargo, tras una serie de argumentos cavernarios, fue estrechamente rechazado por 69 votos en contra, 63 a favor y 13 abstenciones.
Pese al amplio apoyo del oficialismo, la derecha y Republicanos, sumado a algunos votos de la Democracia Cristiana y el PPD, terminaron por sepultar la moción que ahora se devuelve a Comisión Mixta.
La derecha cavernaria
El diputado Cristóbal Urruticoechea intervino en el debate y aseguró que «este proyecto es más bien una bandera de lucha de colectivos feministas y homosexuales».
«Si ese sector ínfimo de la población tiene una tendencia en desacuerdo con su naturaleza biológica, por supuesto que hay que respetar el desvío ajeno. Pero no tiene por qué ser obligación aplaudirlos o decirles a nuestros hijos que existen más de dos tipos de sexos, porque eso no es discriminar», afirmó ante la Cámara.
Las declaraciones del exrepublicano no sólo molestaron, sino que, también dolieron. A través de redes sociales fue posible leer algunos relatos sobre cómo este tipo de discursos aún siguen vigentes, más aún viniendo de una autoridad, y particularmente destacaron el nivel de desconexión, pues el debate legislativo se da en junio, mes del orgullo.
Al respecto, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), se refirió a esta situación en su cuenta de «X», y criticó duramente al parlamentario y el resultado de la votación, catalogándola de «retroceso civilizatorio». Además, agregaron que «así legisla la ultra-derecha. Insultando, discriminando».
Desde la Fundación Iguales, lamentaron el resultado de la votación señalando que «hoy se negó la posibilidad de avanzar en la lucha contra la discriminación».
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