Guerra en Wallmapu

Análisis del conflicto chileno-mapuche

1. Acontecimientos recientes.

El día jueves 26 de julio por la tarde fue tomada la sede de Santiago del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) por un grupo de mujeres pertenecientes a la Alianza Territorial Mapuche (ATM). Desde el viernes 24 de agosto, a 30 días de la ocupación, se dio inicio a una huelga de hambre al interior de las dependencias, con el más completo silencio de los medios televisivos. La medida se extendió hasta el pasado domingo 2 de septiembre, donde a 39 días de la ocupación las comuneras depusieron la toma al llegar a acuerdos con funcionarios de la Unicef, pero manteniendo una posición de denuncia y dejando en claro que la situación en las tierras del pueblo mapuche está lejos de alcanzar una solución.

Desde la toma, las comuneras exigieron a Unicef y al Representante del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas un pronunciamiento en el sentido de solicitar al Ministerio del Interior de Chile el retiro inmediato de las fuerzas policiales de las comunidades mapuche de la Región de La Araucanía, lo cual, lejos de sorprendernos, nunca sucedió. Tom Olsen, representante del organismo interpelado, manifestó que dicha petición está fuera de su ámbito de acción, de acuerdo a lo cual guardó silencio y distancia. Por el contrario, puso el énfasis en su rechazo abierto a la ocupación.

Esta iniciativa dela ATM estuvo motivada por un suceso ocurrido el lunes 23 de julio, donde cuatro niños fueron baleados y heridos con perdigones a manos de carabineros a las afueras del Hospital de Collipulli. Ante la alarma que encendió la noticia en la opinión pública, el general jefe de la Novena Zona Policial deLa Araucanía, Iván Bezmalinovic, señaló que el incidente se produjo luego que un grupo de personas intentara “recuperar” a quienes fueron detenidos el mismo día durante el desalojo de los fundos Montenegro y La Romana, agregando que “es costumbre en algunas personas [mapuche] el utilizar mujeres y niños como una forma de disuadir e impedir la acción policial”, reiterando la tesis de la “utilización de escudos humanos”.

En tanto, el día siguiente, martes 24 de julio, tuvo lugar en La Moneda la “Cumbre de Seguridad parala Araucanía”, reunión que convocó a Sebastián Piñera a la cabeza y a los más altos representantes del Ministerio del Interior y el Ministerio Público, Carabineros, Policía de Investigaciones y la Intendencia de la Araucanía.

Este encuentro se desarrolla en el marco de una algidez extraordinaria en el conflicto entre el pueblo mapuche y el bloque dominante chileno, protagonizado por ciertos actores y sectores de cada bando, el cual se había expresado en una secuencia casi ininterrumpida de tomas de fundos y ataques incendiarios a camiones, casas y pastizales por parte de comuneros mapuche a lo largo del mes de julio. En reacción, diversos representantes del Poder se organizan para perfeccionar una táctica de represión y contrainsurgencia, dotando a la zona de la Araucanía, particularmente la comuna de Ercilla, de mayor cantidad y cualificación de efectivos policiales militarizados con tecnología de guerra, entre otras resoluciones relacionadas con medios legislativos y judiciales en el mismo sentido de reprimir y castigar.

2. Posición y papel del Estado de Chile.

En medio de este escenario, el Estado de Chile asume una posición clara y juega un papel contundente: se ocupa de resguardar, sostener y validar los intereses del empresariado nacional y extranjero de los rubros forestal y agrícola. Para conseguirlo, el Estado chileno intercambia y combina métodos predominantemente de violencia física explícita, propios de contextos de enfrentamiento directo como son los que estamos viendo escalar en las zonas de mayor conflictividad del territorio mapuche, con métodos predominantemente de dominación ideológica, propios más bien de una situación de estabilidad de la democracia burguesa como se observa en la mayoría de las zonas del país, incluyendo una parte mayor de la misma población mapuche.

De este modo, el Estado cumple sus funciones adoptando el monopolio del ejercicio de la violencia, buscando garantizar la protección hacia los principales agentes del capitalismo neoliberal, los cuales en este caso se concentran en la zona de la Araucanía y ocasionan de manera directa el deterioro y la usurpación de tierras ancestrales, la expulsión y pauperización de la calidad de vida de las comunidades y la obstaculización del desarrollo autónomo de las tradiciones y cultura propias del Pueblo Mapuche.

3. Desde Convergencia Estudiantil.

a) Apoyamos y solidarizamos con fuerzas el proceso de organización, unidad y enfrentamiento que han llevado adelante los sectores más avanzados del pueblo mapuche a lo ancho y largo de las tierras del sur, en una orientación anticapitalista, de combate y decididamente mapuche, es decir, bajo la decisión política de recuperar la herencia ancestral, la tradición, la organización, las autoridades, la creencia, el lenguaje y la Historia de su pueblo, desde hace alrededor de unos quince años atrás.

b) Apoyamos con energías la lucha del pueblo mapuche en todas sus acciones y facetas, pacíficas o violentas, en su carácter histórico y ancestral. No perdemos de vista que ésta es una historia de siglos de lucha, de victorias y derrotas, y que desde alrededor del último siglo y medio se trata de una lucha que tiene al Capitalismo como enemigo fundamental, dado que a mediados del Siglo XIX el proceso de conquista, colonización y exterminio de la población indígena desde el Bío-Bío hacia el sur, mal llamado “Pacificación de la Araucanía”, fue ordenado y ejecutado por la República de Chile por la necesidad objetiva de instalación y desarrollo primitivo del capitalismo dependiente en el país, con el fin de ganar tierras y recursos naturales y abrir paso a una política económica de libertad de ingreso y de negocio para las principales potencias capitalistas europeas, particularmente Alemania en las zonas del sur.

c) En el sentido histórico y material, como hemos expuesto, apoyamos la lucha del pueblo mapuche, en sentido genérico y sintético (disculpando la reducción) por la recuperación de la totalidad del territorio ancestral, en su carácter de lucha de Liberación Nacional, en el sentido de que se trata de una conquista y usurpación histórica de la Nación, específicamente del territorio físico donde se asienta y desarrolla la Nación Independiente en todas sus dimensiones (cultural, política, productiva, etc.).

d) Creemos, sin desmedro de los puntos precedentes, que la lucha del pueblo mapuche si bien está atravesada por la lucha de clases nacional, como fundamento estructural de todo tipo de antagonismo, no está únicamente determinada por la contraposición capital-trabajo y la surcan una serie de factores culturales. Aquí está en juego el derecho a la existencia del pueblo mapuche en su origen indígena, de su cosmovisión, su cultura, su independencia. Miembros de la CAM han preferido, en este sentido, utilizar los términos opresión y dominación como categorías fundamentales para definir la problemática.

e) Apoyamos la lucha que llevan adelante los sectores más avanzados del pueblo mapuche el día de hoy, y consideramos que se trata sin duda del grupo más adelantado en todo el territorio nacional en el enfrentamiento contra el capitalismo y la democracia burguesa, pues cuentan con un importante control territorial en diversos lugares del Wallmapu. En realidad, hoy día se asiste a una ampliación del control territorial que ya se había desarrollado desde hace unos años atrás. Es fundamental entender, para sectores rurales, campesinos, con extensas y productivas tierras y con bajos niveles de urbanización, la liberación de zonas como un ejemplo táctico.

f) Por último, los sectores que combaten en territorio mapuche necesitan un respaldo social generalizado. La actual coyuntura de movilizaciones sociales, manifestaciones, protestas y reclamos por los derechos populares a lo largo de todo Chile, constituye un escenario propicio para que las acciones de lucha por la independencia mapuche cuenten con una aprobación, apoyo activo y solidaridad de parte de todo el pueblo, mapuche y chileno.

Por Convergencia Estudiantil Usach

September 14, 2012

Publicado en convergencia-estudiantil.org

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