Con la ayuda del observatorio internacional ALMA en Atacama, Chile, un equipo de astrónomos avistó dos agujeros negros supermasivos que crecen de manera simultánea. El hallazgo se publicó el lunes 9 de enero en la revista «The Astrophysical Journal Letters».
La novedad es que nunca antes se habían observado agujeros negros tan próximos entre sí. Se encuentran en una galaxia recién fusionada a 500 millones de años luz de la Tierra.
Debido a su relativa cercanía, los científicos señalan que se trata de un fenómeno ideal para estudiar las etapas finales de las fusiones de galaxias, que ocurren a menudo en el Universo distante y que son difícil de observar.
Los dos agujeros negros supermasivos tienen 200 millones y 125 millones de veces la masa de nuestro Sol. Continúan creciendo y en un futuro colisionarán. Aunque ambos se encuentran a una distancia de solo 750 años luz, la pareja no se fusionará hasta dentro de unos cientos de millones de años.
En un principio, los astrónomos solo querían investigar un agujero negro en la galaxia. Sin embargo, al combinar numerosas observaciones de siete telescopios, se dieron cuenta de que lo que estaban viendo no era uno, sino dos agujeros negros.
«Son probablemente más comunes de lo que pensábamos, dado que encontramos estos dos y no tuvimos que buscar muy lejos para encontrarlos». Declaró Chiara Mingarelli, coautora del estudio e investigadora del Centro de Astrofísica Computacional del Instituto Flatiron de Nueva York.
La investigación representa un gran paso para entender la futura fusión que ocurrirá entre la Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda, que ocurrirá dentro de 4.500 millones de años.
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