Muchos disfrutan la alegría de un pueblo llamado Chile que se ayuda a sí mismo; en sencillas palabras “Chile ayuda a Chile” suena bonito y hasta alentador, propio de slogan de marketing de alguna empresa privada dispuesta a endulzar oídos para que la gente salga a las calles a darle uso a la oferta del día; así nos abalanzamos sobre los productos puestos en el mostrador, así funciona el marcado de bienes y servicios, ¡siempre de oferta!
La gran vitrina esta vez se exhibió a nivel mundial, después de una gran tormenta siempre sale el Sol, la alegría de este pueblo noble que víctima de una catástrofe natural se sabe levantar, sale adelante con la ayuda de todos (incluso de las propias víctimas). Estamos alegres, las cuentas son favorables luego de una gran y maratónica Teletón, chilenos hemos “ganado”. Cumplimos la meta, cumplimos nosotros mismos, ¿el pueblo para el pueblo?
Y es que sin la organización y el respaldo de Don Francisco nada hubiera sido posible (su 5% del total de lo recaudado está bien ganado, el resto de su trabajo es pura solidaridad), la “ayuda” (descontada de los impuestos) de las grandes empresas privadas también hicieron lo suyo, esto, más el aporte voluntario (y con presión publicitaria) de la población, aquella misma afectada por el desastre que dejó en sus vidas la naturaleza (pérdidas humanas y materiales, fruto del sudor de la explotación del hombre por el hombre durante toda su vida). Pues bien, están los dineros; ahora sólo falta invertirlos y cómo no hacerlo buscando la gentil y desinteresada ayuda de las instituciones de beneficencia, así contamos en ¿Chile? con la gran Institución de corte Internacional “El Hogar de Cristo” que nace como iniciativa del sacerdote jesuita Alberto Hurtado Cruchaga, que deseaba crear un lugar de acogida para la gente en situación de calle y en forma gratuita.
Nació así una sociedad de responsabilidad limitada y sin fines de lucro bajo la administración de los seguidores de Hurtado, los únicos socios de esta empresa eran el propio Hogar de Cristo y la Fundación de Viviendas Hogar de Cristo, a la que se le dio un 2% de participación.
En el año 2000 la Fundación Hogar de Cristo (que gestiona obras de beneficencia, bajo la conducción del sacerdote Renato Pobrete) cedió la administración de su prestigiosa funeraria a una compañía estadounidense. Acuerdo que permite en la actualidad recibir de la totalidad de los fondos para dicha funeraria sólo un porcentaje del negocio por el uso de su «marca» (10%), acuerdo económico que tiene muy satisfechos a los directores y a los más importantes representantes de la institución caritativa, cuyo nuevo directorio queda compuesto por tres “ejecutivos” de la empresa trasnacional y dos de la Fundación. Así pasa esta empresa a prestar servicios como cualquier otra empresa del rubro y con fines de lucro, en este caso (Service Corporation International, S.C.I Ltda.).
S.C.I llegó a Chile en 1998 con un capital declarado de apenas cinco millones de pesos. Hasta el año 2002, según datos oficiales que registra en el conservador de Bienes Raíces, su capital ya se había elevado por sobre los 14 mil millones de pesos. Es decir, unos 20 millones de dólares.
Ahora S.C.I , a través de la empresa Los Parques S.A. (otra empresa ligada a la ”institución benéfica”) administra la lucrativa funeraria, según consta en la escritura notarial del 4 de julio de 2000. El contrato entre la Fundación Hogar de Cristo y S.C.I se hizo el 6 de junio de 2000, a través de un convenio privado. Para el padre Renato Poblete «solicitar e informar este tipo de cosas a la prensa es una tontera que perjudica a los pobres». Con toda esta transacción, la empresa consigue su expansión y liderazgo en un mercado donde no existe ninguna otra funeraria que tenga una marca registrada tan prestigiosa.
El Hogar de Cristo, en la actualidad es un receptor importante de donaciones en Chile. Tiene algunas fundaciones dependientes que cumplen algunos objetivos específicos, como la Fundación para la Vivienda Hogar de Cristo, que provee de viviendas mínimas a gente de escasos recursos. En ese aspecto el gobierno de Chile y la “Fundacion” se han hecho eco de las necesidades que nuestro pueblo tiene hoy, con urgencia se necesitan casas y éstas se adquieren a través de dicha fundación, para ello se ha llegado a un acuerdo “comercial” para darle respiro a nuestra gente… Veamos entonces los cálculos.
Chile ayuda a Chile reunió cerca de 50 mil millones de pesos. La campaña inicialmente quería juntar 15 mil millones de pesos para construir 30.000 mediaguas, lo que unos días después se rectificó a 20.000 mediaguas…Esto después de la urgente reunión de los ejecutivos de la empresa con el gobierno en busca de un “Nuevo acuerdo económico” y es que así funciona el mercado de libre comercio, a más demanda, más alto es el precio o valor a pagar por lo demandado.
El costo total de cada media agua de las que entrega el hogar de cristo (vende) es de $300.000 cada una.
Si invirtieran sólo $15.000.000.000 que era lo señalado en un principio, por el precio de $300.000 cada una, se estarían entregando 50.000 mediaguas y sólo encargaron 20.000 ¿? (Me parece que queda un saldo en dinero a favor). Ahora bien si dividimos los 15 millones por las 20.000 media aguas requeridas saldría cada una a 750.000. Consideremos otro aspecto: cada media agua mide 18,3 m2 y si la comparamos con el valor de una casa prefabricada de 36m2 (leyó bien!, el doble de las mediaguas) sale $830.000 + iva, o sea, sólo $80.000 más que una mediagua.
El tema no es menor si consideramos que el dinero es de todos los chilenos y necesitamos que sea invertido de la mejor forma y con soluciones dignas y que duren en el tiempo.
Existe acá un cuestionamiento además de lo que significa la solidaridad y lo que conllevan estas Instituciones llamadas de “beneficencia”, que finalmente como lo demuestra el Hogar de Cristo dejaron de ser Instituciones sin fines de lucro para convertirse en lucrativos negocios cuyo dinero en su 90% van a parar una vez más al arca de las grandes trasnacionales y por lo tanto a los bolsillos de privados. Digamos además que las mal llamadas casas son verdaderos cajones que cuentan con una puerta (La necesidad hace el órgano y de paso ahorran madera) y un espacio para poner allí una ventana.
El Hogar de Cristo no sólo funciona como empresa en el área de las funerarias y de constructoras, también tiene otras formas de recaudar dinero a través de Fundaciones Asociadas:
Fundación (Paréntesis)
Fundación Rostros Nuevos
Fondo Esperanza
Fundación Educacional Súmate
Fundación de Viviendas Hogar de Cristo
También cuentan con un crematorio de su propiedad que es administrada como una empresa y un sin fin de elementos de todo índole (llaveros, tazones, poleras, lapiceras, chequeras, billeteras) todas ellas con la imagen del padre Alberto Hurtado (por que su imagen también entra al mercado de la comercialización).
Si le llamamos a esto solidaridad y si el objetivo Hogar de Cristo es como ellos señalan “acoger dignamente y con amor a los más pobres entre los pobres.” La pregunta que me queda es, si los acogen para promover una cultura de respeto, justicia y solidaridad o para promover un negocio que en todo a enriquecido a los “dueños de la marca” a costa del siempre humillado y utilizado pobre de este país.
El Hogar de Cristo ha mostrado (según sus propias letras) lo fundamental que puede ser la “profesionalización del trabajo solidario”. El Hogar de Cristo tiene en la actualidad más de medio millón de socios benefactores (con una meta de incorporación anual de 50.000 nuevos socios por medio de campañas televisivas y radiales), 46 filiales en todo Chile, miles de jóvenes que acuden al llamado para armar los cajones que ellos llaman “casas” y otros cientos de miles de incautos que creen en la fundación.
…
Esta nota se la dedico especialmente a Anita, una compañera que dentro del anonimato sufre por las injusticias de las que a diario somos víctimas, aporta en la formación de nuevos cuadros y el reforzamiento de una izquierda revolucionaria unida, tal cual lo hacen cientos de compañeros que dentro de la clandestinidad de esta sociedad luchan a diario para hacer de este Chile un país justo y digno a favor del proletariado, como lo quiso siempre el padre Alberto Hurtado.
La expresión dignidad humana hace referencia al valor intrínseco e inalienable de todo ser humano, independientemente de su condición social o económica, raza, religión, edad, sexo, etc. La dignidad humana constituye la base de todos los derechos.
Por Lucas Zahiri