Un hombre australiano encontró una pepita de oro con un peso total de 4,6 kilogramos, valorada en casi 250 mil dólares en los campos de Victoria, específicamente en el llamado “triángulo dorado” entre Bendigo, Ballarat y St Arnaud.
El hombre utilizó un detector de metales amateur que le permitió hallar la roca, que posteriormente llevó a la tienda de prospección Lucky Strike Gold, de Darren Kamp en Geelong, donde la valoró en su totalidad en $240,000. La cantidad de oro en la roca resultó en 83 onzas, esto es, 2,3 kilos de oro.
“He estado prospectando durante 43 años. Y no he visto un espécimen con esta cantidad de oro en mis 43 años de prospección”, dijo Kamp. “Tal vez en la década de 1850 probablemente se encontraron algunos, pero en los términos actuales es muy raro”, agregó.
Parte de la suerte “increíble” del afortunado hombre es que hizo el hallazgo con una máquina de $1,200 en el extremo más bajo del rango de precios de los detectores y si la pepita hubiera estado más profunda que las 12 pulgadas en el suelo donde se encontró, solo una máquina más costosa podría haberla recogido, reseña The Guardian.