Este miércoles la Sala del Senado ratificó el nombramiento del decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, Carlos Frontaura, para continuar por un segundo periodo consecutivo, es decir, hasta 2022, como consejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
La decisión fue cuestionada por Fundación Iguales, cuyos miembros denunciaron en junio pasado el cuoteo político que se da en la designación de este tipo de cargos y, además, la cuestionada idoneidad de Frontaura para asumir el cargo considerando sus conductas contrarias a la defensa de los Derechos Humanos de la diversidad sexual.
Dentro de estas conductas destaca su apoyo a los seminarios para “sanar la homosexualidad” y su opinión de que «la conducta homosexual es pecado» ante el consejo del INDH.
Frontaura llegó a ocupar este cargo hace tres años, gracias al cuoteo político y con esta decisión se mantendrá hasta 2022 en el cargo, pese a que ha sido reacio a reconocer los derechos humanos de las personas LGBTI.
Es por esto que el presidente ejecutivo de Fundación Iguales, Luis Larrain, aclaró que «si bien cada persona tiene derecho a pensar lo que quiera, cuando se ocupa un cargo en el Estado se debe cumplir un mandato legal, que en este caso es promover y proteger los derechos humanos de todas las personas, no de algunas. Con los niveles de discriminación y violencia que sufre la población LGBTI, es una pésima señal que nuestros/as senadores/as nombren a una persona que ha dicho públicamente que la homosexualidad es pecado y que es válido promover las terapias ‘reparativas'», dijo.