La importancia de la mujer en las zonas costeras de Atacama es un tema pendiente. Si bien es cierto, se han implementado una serie de programas e instrumentos para fortalecer el emprendimiento. En el ámbito de la pesca artesanal, la acuicultura y las áreas de manejo, su incorporación cumple un rol secundario, muy distante de la realidad y la real importancia de la mujeres en la explotación de los recursos del mar.
El año 2008, cuando el Instituto Nacional de Estadísticas implementó el primer Censo Pesquero y Acuicola de Chile. La metodología de la encuesta se esforzó en incluir a la mujer, caracterizando sus actividades dentro del ámbito pesquero cualquiera sea su actividad, descartando incluso el Registro Pesquero Artesanal de Sernapesca o si poseía matricula de recolectora de orilla, buzo, alguera o pescadora. Las cifras según el Registro Pesquero Artesanal, informan que existen 19.614 mujeres activas en el rubro, de un total de 120 mil integrantes en el territorio nacional.
En la práctica, este avance se simboliza en la situación de las mujeres recolectoras de huiros y las encarnadoras, quienes son las responsables de la tarea de implementar las artes y aparejos de pesca periódicamente y mantener el funcionamiento del espinel para la captura de los peces. Para las huireras, éstas representan casi el 30% del numero total de recolectores. En el caso de las industrias procesadoras, las mujeres representan el 50% de la totalidad del personal. Estas mujeres, en la actualidad, según fuentes de Sernapesca, superan las 10.000 en el territorio nacional. Donde el 42,9% de ellas son mujeres jefas de hogar.
Este enfoque en el Censo Pesquero, entregó un fuerte impulso, con cifras que duplican el antecedente histórico en cuanto a la participación de la mujer en el sector y otras actividades que se desarrollan en el ámbito pesquero artesanal e industrial. Sin embargo, en los cargos directivos, técnicos y operativos, la mujer juega un rol secundario y concentrado en actividades de menor rentabilidad e importancia.
Una mirada más profunda de la cartera de instrumentos de financiamiento para el emprendimiento para mujeres, si bien es cierto, un número importante se orienta específicamente al rol de la mujer. Pero en el ámbito pesquero, el financiamiento no es equivalente al que poseen los pescadores u otros grupos organizados que capitalizan los recursos especializados en el fomento pesquero.
El Fondo de Fomento de la Pesca Artesanal y el Fondo de Administración Pesquera, en sus diversas líneas de acción, además de las cupos para la capacitación en el área, no enfocan sus esfuerzos en un marco equitativo, que incentive a la mujer a participar en los fondos concursables o adquirir mejores competencias técnicas para desarrollar su labor, donde solo el 7% ha realizado un curso previo para desarrollar una actividad.
La participación de la mujer que desarrolla su actividad laboral en labores de pesca artesanal continúa siendo relativamente baja. En este sentido, es de vital importancia desarrollar la actividad pesquera bajo el marco que incorpore a nuestras mujeres, fortaleciendo la organización y entendiendo la presencia activa de la mujer en el ámbito pesquero para derrotar la pobreza y desarrollar un país mas competitivo e igualitario.
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