La Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) expresaron su preocupación por un posible acuerdo entre los presidentes Jair Bolsonaro y Joe Biden para la reforestación del Amazonas, debido a una gestión errática del mandatario brasileño sobre este tema y otros como la pandemia de la Covid-19.
En un tuit de la organización, que agrupa sociedades civiles indígenas, se pide al jefe de Estado estadounidense que “no deje que este hombre negocie el futuro de la Amazonía», sino «confíe» en quienes viven en la selva».
A la vez, su presidente, Marcio Astrini expresó también desde su cuenta individual: «Brasil es un país dividido. Por un lado, hay indígenas, quilombolas, científicos, ambientalistas y personas que trabajan contra la deforestación y por la vida. Por otro lado, está Bolsonaro. Biden debe elegir de qué lado se colocará».
Los recelos indígenas ante una posible firma de acuerdo climático ambiental de ambos dignatarios se remontan a los intentos, desde el año pasado, del gobernante estadounidense de llegar a entendimientos sobre el clima y la reforestación, por lo cual llegó a ofrecer hasta 20.000.000 de dólares a su par brasileño y ha reiterado su intención de llegar a resultados concretos.
En aquel entonces, Bolsonaro se refirió a la propuesta como un “soborno” y la rechazó, pero se cree que puede haber un cambio de postura en la actualidad, con la proximidad de la cumbre de líderes mundiales convocada por Biden para el 22 de abril con el fin de dialogar sobre temas relacionadaos al medio ambiente.
Los temores de actores civiles brasileños se basan en el pésimo desempeño bolsonarista en materia de salud ambiental, y en particular el Amazonas, que unido a la crisis económica provocada por la pandemia en el país, podría generar un interés de la presidencia por aceptar dividendos de algún acuerdo sin una intención real de generar cambios positivos en materia ambiental.
Una carta abierta firmada por al menos 198 organizaciones de la sociedad civil brasileña repetían este mes la misma advertencia, y calificaban a Bolsonaro como el «peor enemigo» del Amazonas».
Además aseguraba que Bolsonaro primero debería cumplir con sus obligaciones actuales para detener la deforestación antes de ser confiable para entrar en algún nuevo acuerdo.
En diciembre, la deforestación en el Amazonas brasileño, que muy a menudo es resultado de acciones ilegales mal vigiladas por el Gobierno, alcanzó los niveles más altos en 12 años.
Cortesía de TeleSUR
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