Armados con poco más que un teléfono celular y datos satelitales, comunidades indígenas peruanas, habitantes de la cuenca del río Amazonas y del Napo, en el departamento de Loreto, al noreste del país, han logrado reducir drásticamente la tala ilegal de cientos de hectáreas de selva amazónica que son su territorio, de acuerdo a una investigación publicada este lunes en PNAS.
Como parte de ese estudio, científicos de la Universidad Johns Hopkins y la Universidad de Nueva York (EE.UU.), en colaboración con autoridades indígenas peruanas y diversas ONG, capacitaron a «monitores comunitarios» de 36 comunidades amazónicas shipibas en el uso e interpretación de mapas satelitales compatibles con telefónos inteligentes, con el fin de implementar una nueva metodología, conocida como ‘Alerta de la selva’, para proteger esos territorios de la tala ilegal.
Los datos obtenidos en 2018, al primer año del estudio, mostraron que las comunidades que adoptaron el uso de mapas satelitales durante sus patrullajes y para monitorear la extracción ilegal de árboles dentro de sus territorios, lograron reducirla en un 52 % con respecto a otras 37 comunidades que sirvieron como grupo de control y no fueron equipadas con esa tecnología. Para el segundo año, en 2019, la deforestación se redujo en un 21 % gracias al uso de la nueva herramienta.
Basados en datos obtenidos durante los dos años que duró el estudio, los científicos estiman que las comunidades lograron salvar unas 456 hectáreas de selva y evitaron la emisión a la atmósfera de cerca de 234.000 toneladas métricas de dióxido de carbono, uno de los contaminantes causantes del calentamiento global.
De acuerdo a la publicación, los datos satelitales permitieron a los monitores identificar con exactitud, y en algunos casos predecir, los puntos en los que se explotaba madera de forma ilegal, por lo que en ocasiones fue posible detener el saqueo y expulsar a los responsables, o bien entregarlos a las autoridades correspondientes.
Los resultados de la investigación, señalan los autores, sugieren que la metodología ‘Alerta de la selva’ podría ayudar a las comunidades indígenas a salvar cerca de 518 millones de hectáreas del Amazonas, si fuera adoptada por los pueblos que en ella habitan, distribuidos entre Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia, Guyana Francesa, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
Actualmente se estima que alrededor de un tercio de la superficie del Amazonas forma parte de los territorios de unas 3.344 comunidades reconocidas en los nueve países por los que se extiende esa selva. Las principales amenazas al ecosistema en general, y en particular a las tierras ocupadas por indígenas, se relacionan con la explotación de minas y pozos petrolíferos, así como con la práctica de una agricultura extensiva de monocultivos.
Cortesía de RT
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