Los préstamos para comprar automóviles en Estados Unidos superan el valor de los precios de los vehículos debido, entre otras cosas, a las altas tasas de interés derivadas de los elevados niveles inflación que enfrenta el país debido a la pandemia de COVID-19 y al conflicto en Ucrania, revela un informe de la agencia crediticia TransUnion.
En el primer trimestre del 2023, la relación préstamo-valor de los autos llegó a 125, lo que contrasta con el 104 que se reportó en el mismo periodo de 2021. Esto significa que el préstamo vale el 125% del valor del vehículo, de acuerdo con este estudio elaborado, también, por la agencia J.D. Power.
«Como los precios de los vehículos han subido y la inflación general sigue siendo elevada, los consumidores están empezando cada vez más en posiciones más altas para permitirse vehículos usados», dijo el vicepresidente de TransUnion, Satyan Merchant, en un comunicado oficial.
Esta situación genera dos fenómenos que tienen impacto en la economía. El primero es la disminución de la compra de autos nuevos cuando los consumidores solo pueden adquirir vehículos usados.
«La relación préstamo-valor podría estar presagiando un aumento de la morosidad. El patrimonio neto negativo, es decir, la cantidad que la deuda supera el valor de un vehículo, se ha disparado en los últimos años, y algunos consumidores llegan a los concesionarios con 10.000 dólares menos», indica el medio especializado Bloomberg.
El segundo efecto es, precisamente, un aumento en la morosidad de los pagos, lo que afectará tanto a concesionarios como a prestamistas, en un contexto en el que la tasa de interés oscila en un 6,9%.
«Dado la posibilidad de que la depreciación acelerada resulte en préstamos automotrices existentes negativos durante periodos más largos, los prestamistas deberían fijar su atención especialmente en esto», advirtió Merchant.
La relación de los estadounidenses con préstamos y créditos es peculiar. Según datos de la Reserva Federal del país, la población norteamericana acumula más de un billón de dólares de deuda en tarjetas de crédito, con tasas de interés medio no vistas desde épocas del expresidente Ronald Reagan (1981-1989).
En total, la deuda por tarjetas de crédito llega a los 986.000 millones de dólares, un incremento de 250.000 millones de dólares tan solo en los últimos dos años.
Fuente Sputnik
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