Inmunólogo Didier Pittet: «En realidad no tenemos pruebas de que el Covid-19 u otros virus fueran creados en laboratorios»

El investigador de la Universidad de Ginebra relata la importancia de conocer el origen del sars cov 19 para prevenir pandemias y recalca que aún no hay seguridad de que sea un virus artificial

Inmunólogo Didier Pittet: «En realidad no tenemos pruebas de que el Covid-19 u otros virus fueran creados en laboratorios»

Autor: Sofia Belandria

El origen del COVID-19 no parece artificial, sin embargo, persisten varias dudas sobre cómo y cuándo empezó a circular, que se deben resolver para evitar que surjan nuevas pandemias en el futuro, aseguró el inmunólogo Didier Pittet, de la Universidad de Ginebra.

«En realidad no tenemos pruebas de que este u otros virus fueran creados en laboratorios», dijo al señalar que esta versión persiste solo porque algunos «consideran a China como un país peligroso donde el trabajo se realiza en condiciones malas».

Pitter subrayó que los coronavirus «forman parte de nuestro biótopo».»Los murciélagos son el principal reservorio para los coronavirus, no es una sorpresa. Todos los que se interesan por los coronavirus, los estudian en los murciélagos», recordó.

Para pasar a los humanos el coronavirus, prosiguió, necesitó un animal intermediario que podrían haber sido los pangolines que «generalmente no se enferman ellos mismos, pero transmiten el virus que se hace más cercano de poder afectar a los humanos».

Este es el camino habitual que siguieron muchos otros virus anteriores, como la neumonía atípica, el MERS o el ébola.

Un virus similar

A la vez, Pittet destacó que queda mucho por esclarecer sobre el comienzo de la circulación del coronavirus.

«En 2013 en China, a unos 1.100 kilómetros de Wuhan en las cuevas que exploraban unos espeleólogos, se detectó un virus, muy parecido, en el 96%, al COVID-19 que podría infectar y que probablemente infectó a las personas que trabajaban en esta cueva», señaló.

Este virus se estudió en uno de los laboratorios de Wuhan, «hubo publicaciones, una tesis escritas por personas que trabajan en estos laboratorios» pero todas desaparecieron.

«Además, cuando se identifica sobre un nuevo virus, se conserva en los laboratorios, se congela. Pero resultó que el laboratorio no encontró este ejemplar», relató Pittet al subrayar que «esto preocupa».

Recalcó que pese a que «no se trata de que el virus se creara en un laboratorio», esto significa que «por lo visto, nos ocultaron que un virus, muy parecido al COVID-19 fue detectado todavía en 2013, hace ocho años».

«Probablemente estuvimos conviviendo con él», subrayó, porque «para que el virus se convierta en una pandemia es necesario que circule un tiempo en la naturaleza».

Pittet recalcó que, por lo tanto «es probable que este virus esté con nosotros desde hace mucho más tiempo del que podemos imaginarnos».

El inmunólogo dijo también que existen más indicios indirectos que confirman esta hipótesis.

«En otoño de 2019 en Wuhan se celebró una edición de Juegos Mundiales Militares, y unos cuantos equipos se enfermaron con síntomas parecidos a la gripe. Hubo atletas que por eso no pudieron tomar parte en los juegos, lo que es poco típico para los deportistas militares. Así que el virus ya estaba allí, como hay pruebas de que el virus estuvo en Europa antes de que se anunciara», insistió.

Según Pittet «esta situación se merece una investigación aparte, detallada, para entender mejor cuánto tiempo necesita un virus así para desarrollarse hasta el punto de llegar a una pandemia mundial».

«Sin duda se necesita para reaccionar mejor la próxima vez para evitar situaciones similares», concluyó.

Vacunación necesaria

En un ciclo natural, sin vacunas, el SARS-CoV-2 necesitaría «seis, ocho o incluso diez olas antes de que la inmunidad colectiva se hiciera suficiente para que el virus no llevase a ondas pandémicas», apuntó Pittet.

«De hecho, convivimos desde hace más de cien años con cuatro tipos de la familia de los coronavirus, que son conocidos y que afrontamos ya en la infancia. Y para los 20 años todos tenemos anticuerpos a estos cuatro tipos. Eso quiere decir que los coronavirus son pandémicos en el mundo, pero triviales, es decir, provocan enfermedades comunes en la infancia que crean anticuerpos cuando todavía somos jóvenes», explicó.

Sin embargo, «incluso estos virus que conocemos y contra los que tenemos inmunidad de vez en cuanto nos provocan un ligero resfriado».

«Es muy probable que el coronavirus siga el mismo camino que estos coronavirus. Es decir, dentro de cinco o diez años, el 100% de la población, o, posiblemente, el 99% tendrá anticuerpos al coronavirus, sin embargo, se van a enfermar, pero de forma leve, no más. Va a ser como un resfriado», aseguró.

Realzó que «ahora tenemos la oportunidad, ya que tenemos unas cuantas vacunas y entre ellas algunas muy eficaces, de alcanzar la inmunidad colectiva si la gente se vacuna».

«Si no pasa, lamentablemente, tendremos que seguir el camino de las olas epidemiológicas que ya han provocado daños y seguirán haciéndolo. Porque el coronavirus mutará, y aparecerán mutaciones que van a contagiar o transmitirse con mayor velocidad. Porque un virus para sobrevivir tiene que mutar y propagarse más rápido, si no desaparece. Por eso estamos constantemente hablando de nuevas variantes que son preocupantes», advirtió.

Cortesía de María Dunaeva Sputnik


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