A tres meses de iniciadas las protestas en Irán, el clima interno del país islámico sigue empeorando. A la cruda ejecución pública de un joven de 24 años ocurrida hace unos días, se suma la sentencia a muerte de uno de los futbolistas de la propia selección iraní anunciada por el poder judicial.
Se trata de Amir Nasr-Azadani, de 26 años, quien es acusado de participar en las protestas por los derechos de las mujeres que iniciaron a raíz de la muerte de Mahsa Amini, quien fue asesinada por la policía de la moral el pasado 16 de septiembre.
La Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) confirmó la sentencia de Nasr-Azadani y condenó públicamente la decisión del gobierno de Irán, exigiendo la liberación del futbolista.
“En FIFPRO estamos conmocionados y asqueados por los informes de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán, luego de protestar por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la supresión inmediata de su castigo”.
El delito del cual se acusa a Nasr-Azadani se llama ‘moharebeh’, lo que quiere decir «hacer la guerra contra Dios» y «corrupción en la Tierra». Según informa el medio IranWire, dicho delito conlleva la ejecución en la horca, una pena que ya sufrieron el joven Mohsen Shekari y el luchador Majid Reza Rahnavard, ahorcado en público en la ciudad santa de Mashad por las mismas acusaciones que Amir Nasr-Azadani, todo tras un juicio sin garantías.
A través de su cuenta de Instagram, el guardameta iraní Alireza Beiranvand envió su apoyo a los manifestantes condenados, exigiendo que sus sentencias sean revocadas. Desde Amnistía Internacional, por otro lado, señalaron que “la organización ha pedido a la comunidad internacional que utilice todos los medios necesarios para presionar al gobierno iraní para que detenga las ejecuciones y la pena de muerte”.
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