El ex convencional constituyente Jaime Bassa anunció que ya no será parte de la banda de rock «Rábula», agrupación que lideraba hace una década. A través de sus redes sociales, el abogado compartió una sentida reflexión acerca de su paso por los escenarios y el término de su amistad con los integrantes del grupo musical.
«En el escenario siempre canté con lentes oscuros, en parte por pudor, en parte como una forma de protegerme frente a la exposición. Con lentes casi no se ve más allá del micrófono; es como cantar en la sala de ensayo, solo con la banda, con tus amigos. Una soledad en compañía, que me permitía expresarme con mayor libertad«, escribió el ex convencional.
«Dicen que donde hay mayores sentimientos, los golpes son también más duros. Es verdad. Hace un par de meses, palabras vacías anunciaron, sorpresivamente, el fin. Después de diez años, un wassap fue suficiente. Pero había más. Después supe que siguieron juntos, ahora con otro nombre y nuevo vocalista; uno que, seguro, estará a la altura de sus expectativas», añadió.
De esta forma, Rábula deja los escenarios luego de diez años de trayectoria. La agrupación, integrada por los abogados Luis Felipe Peuriot (guitarra), Críspulo Marmolejo (batería), Patricio Brown (bajo) y Jaime Bassa (vocalista), llevaba desde el 2012 realizando covers de bandas grunge estadounidenses, hasta convertirse en una banda consolidada en la escena musical porteña.
El ex convencional no ocultó su decepción ante la actitud de sus amigos y compañeros de escenario. En su misiva, Bassa asegura que durante su época de convencional vivió presiones brutales, pero que siempre había tenido la esperanza de encontrar refugio en su banda.
«La política pone a prueba las convicciones y, en especial, la lealtad de las personas, no sólo con otros, sino con ellas mismas (…) En este tiempo, tuve algunas reservas a las que volvía en los momentos de mayor debilidad, entre ellas estaba la música y mi banda. Siempre pensé que los lazos que construye la música serían fuertes, que la lealtad se sostendría en una forma especial de fraternidad, que personas que tienen algo tan significativo en común pasan a ser, al mismo tiempo, importantes», escribió el abogado.
«Supongo que esperar tanto de las personas sigue siendo un ingenuo error. A fin de cuentas, en la retaguardia, en los tiempos difíciles, solo están la familia y la fraternidad de los amigos -y amigas- de verdad«, cerró.