En medio del escándalo que se desató luego de que Ciper revelara que el influyente abogado Luis Hermosilla pagaba coimas al Servicio de Impuestos Internos y a la Comisión para el Mercado Financiero, desde el Partido Comunista salieron a desmentir supuestos vínculos entre la colectividad y el denunciado.
En el audio difundido por Ciper, Hermosilla emitió un comentario que daba cuenta de sus nexos con todo el espectro político. Allí mencionaba que «fui 15 años dirigente clandestino del Partido Comunista en la época de Pinochet. Fui jefe del aparato de inteligencia del Partido Comunista en la clandestinidad. 15 años».
«Ningún huevón que trabajó conmigo cayó preso. ¿Por qué? Porque era el saco de huevas de compartimentar. Tú sabías lo que tenías que saber; ella sabía lo que tenía que saber; yo sabía lo que tenía que saber. Punto», señala el abogado en el audio.
Sin embargo, horas después de la publicación del reportaje, la diputada del Partido Comunista, Carmen Hertz, negó que Hermosilla alguna vez se hubiera desempeñado como jefe de inteligencia de la colectividad.
«Mentira vergonzosa de Hermosilla, jamás fue jefe de nada, salvo de la mafia que hoy encabeza, su espacio político es la UDI», escribió la parlamentaria a través de Twitter.
Si bien un perfil de la revista Capital señala que Luis Hermosilla se inscribió como militante en el Partido Comunista a los 14 años, lo cierto es que en 1974, cuando entró a estudiar Derecho en la Universidad Católica, estrechó lazos con históricos líderes del gremialismo, como Juan Antonio Coloma, Andrés Chadwick y José Miguel Olivares.
«Nos sentábamos juntos en todas las clases, estudiábamos juntos, nos repartíamos los apuntes, nos veíamos los fines de semana. Además de ser insoportablemente amigos, tuvimos la gran suerte de hacernos amigos personales de Jaime Guzmán», señalaría años más tarde José Miguel Olivares en entrevista con El Mostrador.