En diciembre del año pasado, el general Luigi Lopresti, convocó a sus cabos de confianza a una reunión en la sede de la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros (Dipolcar), ubicado frente al Centro Cultural Gabriela Mistral.
De acuerdo con una investigación realizada por Interferencia, el motivo de esta reunión era realizar un análisis de la victoria de Gabriel Boric en la segunda vuelta electoral, celebrada el 19 de diciembre.
“No sé qué va a pasar con nosotros ahora (…) Boric hará desaparecer nuestra institución”, expresó Lopresti, citado por Interferencia.
“Ganaron los que estaban en las calles animando los actos vandálicos (…) Ganó nuestro enemigo político y moral”, añadió el general y actual jefe de Inteligencia de Carabineros.
No obstante, en esa reunión nadie quedó sorprendido por sus dicho, debido a que, durante meses, tacho tanto a Boric como a Daniel Jadue como enemigos morales, calificativos que era aprobado por su círculo más íntimo.
Para Lopresti, Boric era un peligro tras las revelaciones de CIPER, quien evidenció que el general fue uno de los encargados de espiar a los líderes estudiantiles de 2011, entre ellos Boric, así como la actual vocera del Gobierno, Camila Vallejo y el ministro de Secretaría General de la Presidencia, Giorgio Jackson.
«Desde esa reunión del 20 de diciembre Lopresti ha trabajado sigilosamente para socavar de distintas maneras al nuevo gobierno, según confidencian varias fuentes de Carabineros», refiere el medio.
«Huelga de brazos caídos»
Durante la investigación, detalla el citado medio; se conversó con diferentes funcionarios que decidieron mantener su identidad reservadas.
«Con todo, el cuadro que emerge de toda esta documentación y antecedentes es preocupante. Hay indicios de que la Dipolcar, cumpliendo órdenes emanadas por su director, ha estado en una campaña por obstaculizar al gobierno».
Una de las personas que realiza la documentación de inteligencia, aseveró que para la Dipolcar, todos son enemigos, debido a que tienen un perfil político de los años 60 y 70; y consideran que, «este Gobierno está en riesgo que le informe mal o le informen tarde».
Según un funcionario policial que conoce a varios integrantes de la plana mayor de la Dipolcar, “la estrategia del general Lopresti es aumentar la percepción de ingobernabilidad y para ello su táctica es dejar de hacer, ocultar informes, relajar la guardia, una suerte de huelga de brazos caídos en temas sensibles”, cita Interferencia.
“En las reuniones de la ANI (Agencia Nacional de Inteligencia) nunca informábamos de todo lo que sabíamos, y supongo que las tres ramas de las fuerzas armadas tampoco lo hacían”, asegura una fuente consultada. También recuerda que incluso en el gobierno anterior de Piñera, en las reuniones del alto mando de esa dirección para discutir qué información se entregaba, la pregunta siempre era: “¿Qué no vamos a entregar esta vez?”. Y cuándo alguien preguntaba por qué no, la respuesta era siempre la misma: ‘Para la próxima”, alegó otro funcionario.
Dipolcar fuera de los patrullajes nocturnos
Otro hecho que llamó la atención es la falta de personal de la Dipolcar en los patrullajes nocturnos en la residencia del Presidente, un hecho que – aunque no es oficial – se realizó en otros gobiernos, como en el de Sebastián Piñera y Michelle Bachelet.
“La rutina era que los agentes de la Dipolcar llegaban en cualquier momento de la noche, conversaban con la guardia policial, era parte del programa nocturno pasar por esos dos domicilios, pero ya no se hace”, afirma un funcionario al tanto de ello, citado por el medio.
Esto se ve evidenciado en varios hechos de inseguridad que se registraron en la zona presidencial, en los últimos meses; hecho que no se había registrado en otros Gobierno.
Para esto, se refieren al secuestro de un escolta de Boric, y la balacera en el barrio Yungay.
Todas las fuentes consultadas insisten en que la actual dirección de la Dipolcar está integrada mayoritariamente por oficiales que no solo son abiertamente de derecha, sino que han manifestado con una ideología fuerte de los años 60 y 70.
“No son oficiales neutrales”, dice un fuente policial que se trasladó hace casi dos años de la Dipolcar. “Son los resabios pinochetistas, por eso votaron y abogaron por Kast”, citado por Interferencia.
“No me extrañaría que la oposición comience a adelantarse con buena información, a entregar antecedentes que tal vez ni el gobierno maneje”, añade la fuente.
Una semana después de esa conversación, el 13 de abril, la bancada del partido Republicanos le entregó a la ministra del Interior Izkia Siches un extenso documento que registraba más de 3.500 ataques registrados en los últimos años en la Araucanía.