Se prepara para cumplir en julio su próximo desafío: cruzar el canal de Tsugaru y completar el «reto de los siete océanos».
Busca acortar las brechas de género desde su propio trabajo, y ser un ejemplo para mujeres y niñas, señaló a Alumni Uchile.
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Han sido meses intensos para la “Sirena de Hielo”, Bárbara Hernández. La nadadora extrema de aguas gélidas, psicóloga y magíster en Psicología de la Universidad de Chile, volvió al país hace poco más de una semana para retomar sus entrenamientos, luego de pasar dos semanas en Nueva Zelanda. Ahí atravesó los 27 kilómetros del estrecho de Cook, el sexto de los mares que se propuso cruzar nadando para ser la primera latinoamericana en completar el «reto de los siete océanos de aguas abiertas», destacó Comunicaciones Alumni Uchile.
Antes de eso, en febrero, batió un récord mundial al ser la primera persona en nadar 2,5 kilómetros en aguas antárticas durante 45 minutos, “el nado más extremo que se haya hecho nunca”, comenta Bárbara en conversación con Alumni. Previamente, a mediados de enero, la embajadora de la red Alumni Uchile obtuvo siete medallas en el Mundial de Aguas Gélidas que se disputó en Samoëns, Francia. Un inicio de año notable para una deportista acostumbrada a romper récords y marcar la diferencia.
“El esfuerzo, sacrificio y el amor con que emprendemos cada desafío da sus frutos y siempre es una emoción extraña, como si una parte de mí le perteneciera a esos lugares y aguas, y se quedara allá”, señala Bárbara, quien comenzó tomando clases de natación en la Piscina Escolar de la Universidad de Chile motivada por su conexión familiar, ya que su abuela fue funcionaria del Hospital Clínico de la Casa de Bello por casi 50 años. A esta institución decidió volver como estudiante y luego como Alumni.
Resiliencia ante la adversidad y el dolor
Durante esta semana de regreso en Chile, Bárbara Hernández ha estado preparando su próximo desafío: cruzar el canal de Tsugaru, Japón, el único océano que le resta para completar el desafío de los sietes mares. Para la récord Guinness en el nado de tres millas, el reto “ha sido una experiencia de mucho aprendizaje. Cada océano me enseña algo y significa un momento particular de mi vida, a veces de pérdidas y dolores, a veces de mucha satisfacción y alegría”.
Bárbara recuerda que creció en un hogar sencillo, donde ir de paseo al mar era algo excepcional. Esos nados parecían tan alejados de su realidad y posibilidad económica que “sentía algo dentro mío que me decía ´intenta´, ´si hay una persona que ama el mar y quiere hacer estos nados tan adversos soy yo´”. Hoy, con un inmenso abanico de logros y un amplio palmarés, reconoce que le “motiva esa historia y el cómo puedes construir comunidad desde los sueños y anhelos”.
Respecto a Tsugaru, la ex alumna de la Casa de Bello relata que espera completar el recorrido a finales de julio en 12 horas o menos, aunque está consciente de que eso puede variar según el clima y su corriente. En el intertanto, Bárbara trabaja su mente y hace gala de su resiliencia. “Ante la adversidad y el dolor me aferro a todo lo que me haga continuar, uso imágenes, consejos de personas valiosas para mí, me veo a los ojos o me repito ´persiste, lucha, duele pero dolerá más abandonar ́. Trabajar el diálogo interno es fundamental, identificar aquella forma que tenemos de tratarnos a nosotros mismos”, declara.
Ejemplo de mujeres y niñas
La campeona mundial en natación de aguas gélidas ha manifestado que tanto en el nado como en otros deportes la brecha de género es una constante. “Saber que podrían faltar 130 años para cerrar la brecha de género es duro, pero es aún más duro no trabajar en ello desde nuestras distintas áreas de interés”, afirma.
En esta línea, agrega, “creo que la brecha de género es algo que visibilizamos desde el hacer, con ejemplos concretos buscamos acercar este tema a las personas. Es clave que las mujeres obtengamos el apoyo y la visibilidad que necesitamos, que seamos vistas como profesionales y dejemos de ser cosificadas, para mantenernos en la práctica deportiva y que podamos ser un ejemplo para otras mujeres y niñas”.
Por lo mismo, Bárbara entrega un mensaje para todas las personas que están aprendiendo a nadar y se ilusionan con ser profesionales pidiendo “que se amen a sí mismas y a su pasión más que a cualquier medalla o reconocimiento que puedan tener. Persistan, fluyan, respeten el mar y las aguas libres, y sean conscientes de su cuidado”.
Embajadora Alumni Uchile
En su entrevista previa con Alumni, Bárbara relató que estudió Psicología en la Universidad de Chile porque era su “forma de unir el deporte, que es mi pasión, y colaborar, ayudar, acompañar a los niños y a las niñas en sus procesos a través del deporte, pero también a través de sus etapas vitales”.
La ex estudiante de la Facultad de Ciencias Sociales relata que ama su “casa de estudios por su interés y trabajo constante por las problemáticas del país, por la forma de ser universidad desde la diversidad, y -desde el deporte- por permitir a muchos jóvenes acceder a la práctica deportiva de forma gratuita en un Chile donde el deporte continúa siendo un privilegio”.
Como embajadora de Alumni Uchile, Bárbara Hernández menciona que se siente vinculada a la Universidad “desde el hacer, al llevarla conmigo en mis distintos desafíos” e invita a otros “a formar parte de esta tremenda red e iniciativa que es Alumni”.
Comunicaciones Alumni Uchile