[Ésta es una colaboración que nos envía una compañera desde Brasil, y que nos explica de primera fuente que es lo que está ocurriendo por estos días en la lucha social en Brasil.]
En muchos lados se escucha decir que este Mundial es el mejor en la historia de los Mundiales. Por el Mundo se ve la gente conmemorando, llorando y riéndose por el equipo del país al que pertenece, pero es poca la profundidad que realmente se conoce respecto de las cosas que ocurren por Brasil.
Ya antes del mundial, empezó la represión. Se produjeron incendios intencionales en terrenos ocupados por movimientos sociales, pero supervalorizados ante el proceso de especulación inmobiliaria, además de innumerables desalojos. Estas son propuestas de leyes dignas de un estado de excepción (como las leyes anti-terroristas). La ocupación de la policía en las favelas en Rio de Janeiros (con las UPP – Unidad de Policia Pacificadora), los desvíos en las vías publicas para las grandes obras de la copa y la creciente criminalización de los movimientos sociales, populares y autónomos.
Es necesario contextualizar que hay una insatisfacción general con la política tradicional de los partidos políticos y esto estalló el año pasado con las grandes manifestaciones de junio-julio, que se gestó con el Movimiento Passe Livre, unión que que lucha contra la subida del transporte, reivindicando la tarifa cero del transporte y la participación popular en su organización.
Lo que hizo la Copa fue profundizar la insatisfacción social. Sin embargo, es importante decir que los movimientos sociales, populares y autónomos no están posicionándose en contra el Mundial, porque ellos mismos lo saben que esto iba a ocurrir independiente de las voluntades de los dichos movimientos.
Por eso, muchas fueron, y todavía son, las estrategias y acciones adoptadas por los dichos movimientos para dar visibilidad a todo lo que estaba ocurriendo en Brasil antes mismo del Mundial.
Hubo algunos movimientos y partidos políticos que organizaron manifestaciones en contra el Mundial, los “No va a tener Copa” (Não vai ter Copa) que, antes del Mundial, centralizaron sus acciones en protestas callejeras, y que hoy están en silencio. Y otras otras gentes, que desde 2011 se organizan en los Comités Populares de la Copa
Los Comités Populares de la Copa, que están en algunos de los estados brasileños, federados en la Articulación Nacional de los Comités Populares de la Copa, tienen autonomía de organización, de esta forma, hay algunos, como los de Sao Paulo, Fortaleza y Porto Alegre, que tienen una mirada más autónoma y asambleísta, y otros que son llevados a cabo por partidos políticos.
El Comité Popular da Copa de Sao Paulo, más allá de manifestaciones callejeras, se ha articulado con los movimientos sociales, populares y autónomos. Han sido realizado fútbol-debates dentro de ocupaciones de movimientos de lucha por vivienda (movimientos sin techo), Copas populares (dónde han participado movimientos de lucha por vivienda, de lucha por transporte, indígena, de feminista, personas en situación de calle, estudiantiles, individualidades, etc), y actos en contra la eliminación de la población en situación de calle.
Lo importante en este momento es dar visibilidad a los problemas profundizados por el Mundial, por las Olimpíadas (Rio de Janeiro/2016) y las grandes construcciones de “desarrollo” propuestas por el gobierno.
Algunas de las demandas de las organizaciones son la desmilitarizacion de la policía (en Brasil hay policía militar), fin a los desalojos y desplazamientos, fin de la higienizacion de las calles del centro de las ciudades-sedes del Mundial, revocación de las áreas exclusivas de la FIFA, creación de campaña pública en contra la exploración sexual y trafico de personas, presentación de los proyectos de leyes anti-terrorista (en Brasil no hay una exclusiva), planes con miradas en la población que no tiene vivienda (sin techo). Lo que se intentó antes de la Copa fue asegurar que los derechos sociales no fueran atropellados por el Estado y por la FIFA.
Existen muchos presos/as, muchas de ellos/as sin imputación clara, dónde sirvieron de testigos policías civiles y militares. La desaparición de un ayudante de albañil negro habitante de una favela, Amarildo de Souza, que desapareció después de entrar en un coche de la policía militar.
Hay personas que estan siendo imputadas en la “Lei de Seguridad Nacional”, ley del período de la ditadura Militar (1964-1985) no revocada con la abertura “democrática”, que permite prisión por sabotaje sin fianza, etc, y que está siendo utilizada en el contexto de las manifestaciones actuales. Lo que se puede ver es un aumento gigante de la represión del Estado. Las huelgas se vuelven más recorrientes y la fuerza del Estado para combatir los movimientos reivindicativos se torna gigante.
De esta forma, este no el Mundial de los Mundiales, protestas, huelgas y manifestaciones. Actos más lúdicos que no están de acuerdo con la Copa de la FIFA están ocurriendo, pero no pasa al alcance de la Televisión, ni de la gran mayoría de las personas. Este lugar continúa siendo el país de la gigantesca desigualdad social, de la represión, de la dictadura, donde las empresas capitalistas (como a FIFA) hasta cierta medida se vuelven dueñas de las cosas.
Ellos no esperaban que en el “país del fútbol” se alzarían gritos de resistencia, aunque fuese bajo la violencia y la represión. Muchos de los movimientos sociales, populares y autónomos se volveran más fuertes y seguirán con su lucha ¡con o sin Mundial!
Fuente: Periódico Solidaridad