Una performance de aquellas. Comienza el concejo municipal de La Pintana, concejales en pleno con alcalde incluido. Hasta aquí todo bien, incluso esperé que se tratara algún tema, ilusamente, que nos liberara de la pobreza de una vez por todas. Me equivoqué.
No pasaron diez minutos e irrumpen hordas de pobladores manifestando su apoyo, sumisión y pleitesía al actual alcalde, mientas una concejala desaparece custodiada entre tanta ensordecedora manifestación.
Ahora entiendo todo. Nuestro alcalde en los medios de comunicación, particularmente La Segunda (que feo ha caído), y en una que otra asamblea de la población, rechazaba rotundamente el ir a primarias internas dentro de la Concertación para elegir alcalde en la próxima elección municipal. Su argumento: se está discriminando a La Pintana, ya que no habrá primarias en todas las comunas donde hay alcaldes de la Concertación, como es en este caso, siendo él uno de los alcaldes más votados desde los noventa, promediando casi sesenta por ciento cada cuatro años. Asimismo mencionaba, que no está dispuesto a legitimar partidos políticos o los políticos en general a costa de una elección primaria en la comuna que debilitaría la opción de poder de la Concertación.
Lamentable, pero cierto, pareciera que prefiere la tradición y el conservadurismo, propio de la antigua política; los acuerdos por arriba sobre todo. De hecho hasta el miércoles intentó por todos los medios cupulares bajar dicha osadía, acudiendo en última instancia a esta parafernalia dentro del concejo.
Obviamente él tomaba en cuenta, pero no con el peso debido, que la actual Constitución, heredada de Pinochet y perfeccionada por sus partidos, si bien no prohíbe abiertamente los plebiscitos o elecciones en general que no tengan que ver con la representación, esgrime una serie burocrática de obstáculos para llevarlos a cabo. En este caso conseguir 3.600 firmas apoyando primarias, que fue lo que realmente sucedió. No fue como Orrego de Peñalolen que utilizó las más de 5.000 firmas obtenidas por el Consejo de Movimientos Sociales de la comuna, para decir que él plebiscitaba, en un ataque democrático, su Plan Regulador, perdón de las Inmobiliarias. Parece que nuestro alcalde se cree gran hermano.
En el primer plano de la escena Jaime Pavez y en el segundo el séquito de concejales de la Concertación y la Alianza. Manuel Pavez P.S. (creo que es solo un alcance de apellidos), Sandoval P.P.D., más conocido como concejil, Hunneus R.N. (alcalde designado, actual concejal, dueño del fundo donde se construyeron las poblaciones en las que calles y pasajes tienen el nombre de sus familiares), la concejala hermana de la autoridad municipal, hasta incluso, el Concejero Regional. Este último, si bien no aplaudió mucho, con esta elección su puesto peligra. Frente a las autoridades, como tercera parte de la escena, señoras de edad organizadas en más de algún club de adultos mayores, funcionarios públicos y representantes –no más de cuatro– de organizaciones sociales parasitarias de la inmundicipalidad. Al medio, entre la multitud, el abogado de nuestro diputado Osvaldo Andrade y en sintonía con éste, el secretario general del Partido Socialista de la comuna. No era un simple chiste, era una gran comedia.
Lógicamente antes de que se realicen las famosas primarias, el colegio municipal Villa La Pintana, el único que entregaba educación científico humanista, será parte del museo de la comuna, al igual que el Marcelo Astoreca, tomado recientemente, que cerró sus matrículas de enseñanza media, siendo ésta la última generación. Quizás qué futuro les espera a los jóvenes pintaninos. No es menor que el Concejo Municipal en pleno, con algunas onerosas excepciones, sean dueños de colegios.
Paralelamente la comuna seguirá siendo la primera en calidad de vida urbana, claro está, en el ranking de las peores, según el estudio de la Universidad Católica publicado en mayo del año pasado. Nos seguiremos levantando a las cinco de la mañana para ser atendidos en el consultorio, aunque sea grave y urgente. Nos seguirán construyendo autopistas que destruyen a diario la vida de quienes vivimos aquí. Ya definitivamente nos olvidaremos de ser la comuna con la más larga ciclovía de Santiago, pues el Mercado y el Estado regularon que por Santa Rosa transitarán solo troncales. Finalmente seguiremos siendo la comuna con más pobres, perdón vulnerables, de Santiago, aunque la Ficha de Protección Social suba todos los días, seremos quienes den sentido al Programa Puente, al Chile Solidario, entre otros; siendo, todos los veranos, colonizados por rosaditos que para redimir culpas vienen a hacer caridad, pintando caras y jugando a la ronda.
Y es que las elecciones no están diseñadas para nosotros. Por más que se escupió a Longueira en la votaciones pasadas, fue suficiente el 2% que obtuvo en la comuna para ser nuestro senador, ahora Ena Von Baer lo hará mejor. Soledad Alvear se dejará ver por estas fechas. Errázuriz, antiguo diputado, continuará “sufriendo” la pena del poder judicial por corrupción durante su periodo de representación. Sin embargo, La Pintana tiene tradición concertaciónista – las máquinas funcionan como reloj– y entre Claudia Pizarro, demócrata cristiana, y el PPD del alcalde, no habrá ni el más mínimo debate de fondo, sino más bien quien mejor maquilla esta realidad.